Frases y citas de "Ibn Arabí"


           En la misma línea de sabios, maestros e iluminados que han dejado huella indeleble en el Sendero de la Tradición Iniciática, queremos hacerles entrega con mucho cariño, de las primeras “Frases y citas” de uno de los más grandes Maestros Hábiles de todos los tiempo.

            Hablamos de Muhyi ad – Din Ibn Arabí, nacido en Murcia, España el 28 de julio de 1165 y fallecido en la ciudad de Damasco, Siria el 16 de noviembre de 1240.

            Para muchos el más grande gnóstico de todos los tiempos. Para otros el más sabio y sutil de todos los maestros del Taccawuf. Para otros tantos, simplemente el más grande “Sufí” que haya existido en este plano de la manifestación. Para nosotros, todas las anteriores…. Y mucho más!

Ibn Arabí

Cada uno lleva en sí las posibilidades del amor y nadie puede sustraerse al mismo, como ninguna criatura puede existir sin su Creador y ningún servidor sin su Señor

El Tratado del Amor
 

“Destrúyase el Universo, el Ser verdadero permanecerá ahí,  fiel a sí mismo"

Ibn Arabí
 

“Porque Él es el Primero y el Último, lo Exterior y lo Interior.

Él aparece en Su unidad y se esconde en Su singularidad.

Él es el Primero por Su "perseidad".

Él es el Último por Su eterna permanencia.

Él es la existencia de lo Primero y de lo Último,

de lo Exterior y lo Interior.

Él es Su nombre y lo que es nombrado

El Tratado de la Unidad
 

"Quien está en el círculo, en un movimiento alrededor del Polo, no se aleja nunca...Por contra, quien prisionero de la imaginación sigue la tangente y recorre un camino rectilíneo, se aparta del objeto de la Búsqueda, pues sale en busca de lo que ya está en él. En cambio, para quien sigue el movimiento circular, no hay punto de partida ni de llegada, obteniendo así la realización espiritual"

Ibn Arabí
 

“Tu imagen está en mis ojos

y en mi boca tu nombre.

Moras en mi corazón

¿Pero dónde te escondes?

El Tratado del Amor
 

“Si alguien objeta: "Tú has abolido su Señorío", yo respondo: No he abolido su Señorío, porque Él no cesa de ser un Señor magnificente, ni cesa de ser adorador magnificado. Él no cesa de ser Creador, ni cesa de ser creado. Él es ahora tal como era. Sus títulos de Creador, o de Señor magnificante, no están condicionados por la existencia de una cosa creada, o de un adorador magnificado. Antes de la creación de las cosas creadas, Él poseía todos sus atributos. Él es ahora tal como era

El Tratado de la Unidad

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