El simbolismo de la Espiga de Trigo - Esperanza

EL SIMBOLISMO DE LA ESPIGA DE TRIGO

Esperanza



"El sol del universo desaparece cuando llega la noche, mientras que el sol de los corazones permanece siempre en el firmamento.
Este sol nos ha prodigado su luz,
Pero, el sol de la certeza es sin duda más intenso.
Percibimos la luz por el primero,
¡y gracias al segundo vemos a Aquel que ha creado la luz!"
   
Sheij al-Shâdhilî


II Parte




       Acercarme al simbolismo de la espiga de trigo, no es una tarea fácil, ya que ni muchos días, ni muchas palabras me alcanzarían para desarrollar amplia y profundamente este símbolo, por lo que voy a esforzarme a tocar los puntos que para mí en estos momentos, son atractivos, con el optimismo de que el interés sea favorable a todos los que me lean.

           Se dice que el trigo tiene sus orígenes en la remota Mesopotamia, las más antiguas evidencias arqueológicas del cultivo de trigo, vienen de Siria, Jordania, Turquía, Israel e Irak.

         Sobre la inflorescencia del trigo, consiste en una espiga compuesta por un raquis (eje escalonado) o tallo central de entrenudos cortos, comparable al ascenso que el iniciado va cumpliendo en el desarrollo de su aprendizaje, sobre el cual van dispuestas de 20 a 30 espiguillas en forma alterna, laxa y compactas, llevando cada una nueve flores, la mayoría de las cuales abortan, rodeadas por glumas, glumillas o glumelas, lodículos o glomélulas. Esta forma de manifestación en su último estamento que es la flor (espiga), muestra varios aspectos que pueden ser detalladamente análogos con la enseñanza tradicional; la forma simétrica y axial de los granos alrededor del eje y su colocación en alternancia, frente a frente evidencian una posición de polaridad, aspecto determinante de la mente humana (razón e intuición) en la condición aparentemente dual de la manifestación, su posición alrededor de un eje, demuestra que toda polaridad tiene un centro cuya extensión genera un eje central o hilo, visible como es este caso o invisible, que asegura en la búsqueda, el acercamiento al punto de origen; ahora bien, en el mundo iniciático las enseñanzas o vivencias podrían ser percibidas en modo de flash o fotismos (como lo llaman los sufíes), alternos o graduales para así, poder ser asimiladas y fijadas en el mundo interior, las cuales están sujetas o guiadas por la intuición, rectitud o eje que como una Ley nos direcciona hacia el plano de lo trascendente.

           El aspecto laxo, flojo, y la apariencia débil de la espiga, nos permite vincularla con la virtud de la templanza, esta energía que aparece, según Platón, moderando la razón; el desvío que vive el iniciado hacia la razón, permite que ante los apetitos de la vida material, esta virtud conceda templar el deseo… en los trigales el viento agita y estremece, pero es la condición flexible de la espiga, la que la faculta a soportar el abatimiento de los factores naturales, ella siempre retoma su derecha y erguida postura, como lección que enseña, que es en el movimiento y abatimiento de la vida, ir y venir, desvío o apertura, y retorno o recogimiento al centro, como se alcanza la mayor fortaleza y consecución para lograr el cambio interior anhelado de todo buscador espiritual. 

      La templanza en el iniciado masón debe empezar a desarrollarse desde los comienzos, su trabajo sencillo y sutil, necesitado por una primera instrucción, le da un aspecto de vulnerabilidad que al transcurrir el tiempo y su ‘madurar’, la dedicación con disciplina y el sacrificio para su desarrollo, nada fácil, lo convertirá en su fortaleza, pasando entonces a transformarse en resistencia y temple.
                         
            “La palabra «trigo» proviene del vocablo latino triticum, que significa ‘quebrado’, ‘triturado’ o ‘trillado’, haciendo referencia a la actividad que se debe realizar para separar el grano de trigo de la cascarilla que lo recubre. Triticum significa, por lo tanto, el grano que es necesario trillar para poder ser consumido.”

La separación a la que se somete la espiga para liberar la semilla de la cascarilla o paja, se puede comparar con la acción de emerger de una profundidad cuyo comienzo tiene lugar  desde que despunta la planta del suelo, en el caso del proceso iniciático, el iniciado al pasar al segundo grado masónico, asoma de su tierra interior… se abre al mundo y al universo, comienza el proceso de elevación de la razón, hacia la razón superior o supra-razón, esta vivencia del trabajo está marcada por el consentimiento de la palabra de pase del grado, Él está siendo preparado y autorizado por sus condiciones, para continuar y pasar de un estado consciente a otro, y así convertirse poco a poco en verdadero obrero de la Luz.

                    

          El maestro Fermín Vale, comenta al respecto, lo siguiente: 

“La Palabra hebrea SHIBBOLETH significa “corriente”, “fluir copioso”, “inundación” y analógicamente representa un gran flujo de nueva vida en la consciencia, una renovada “consciencia de la substancia”, en este caso representada por las espigas de trigo.  Al decapitar a la razón se produce un gran influjo de vida nueva en la consciencia, y una renovada consciencia de lo que antes no podía ser comprendido, asimilado o soportado por la voluntad ya establecida en el pensamiento racional, que es lo que produce la falta de capacidad para comprender que existen cualidades espirituales con las cuales debemos trabajar a fin de poder ganar victorias sobre el error.”

DEL TRIGO AL PAN, MUTACIÓN O TRANSFORMACIÓN

“Antes, pues, que se realice la consagración,
El pan es pan; pero cuando sobre él descienden las palabras de Jesucristo,
Que dice: "Esto es mi cuerpo", el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo”
                                                                                          San Agustín

"Con fatiga sacarás del suelo el alimento, todos los días de tu vida"
"ganarás el pan con el sudor de tu frente"
                                                                         Génesis 3, 17 y 19

"No fue Moisés quien les dio el pan del cielo; es mi Padre el que les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo"
                                                                                                                  Juan 6,32-33


           Sobre el simbolismo de la semilla, se ha hablado y se ha escrito mucho, sin duda, la mayor certeza y verdad al respecto, es comprender que la semilla necesita caer y ser enterrada en la tierra fértil, para producir vida, en otras palabras, morir para vivir… El destino del grano de trigo, no es otro, pero procurando más allá, hay dos aspectos a los cuales referirse: el primero es que para producirse abundantemente, el trigo necesita del trabajo del hombre, y el segundo es el simbolismo de la transformación, el pan como alimento de vida…  

          Para que el aprendizaje en el masón, sea abundante, se multiplique como granos de trigo, es necesaria, una fuerza de sustento y dirección que no es otra que la voluntad, para avivar la chispa que yace en el corazón, y eso, sólo se consigue con el trabajo, y nada más que el trabajo  interno, de otra manera, sólo se obtendría conocimiento académico y desarrollo meramente mental, o, peor aún, el interés por las cosas materiales, ambos conceden una categórica insatisfacción, que lo puede lanzar a la búsqueda dispersa, a los vicios y a una muerte desolada, que radia lo que en ella se alimentó: pesares...


   Se dice que con el cultivo y especialmente el trigo empieza una transformación en la humanidad, se pasa del nomadismo al sedentarismo, y por lo tanto, al desarrollo de la agricultura y a la actuación directa del hombre sobre la naturaleza.

        Ahora bien,  si el progreso de un cultivo, depende del cuidado del agricultor, también es su responsabilidad, la selección de la semilla y la tierra fértil, la protección del cultivo ante los factores naturales y quitar la mala hierba, aspectos que confirman, que la expansión de la buena vida depende de una vigilancia, lo mismo ocurre, con el aspecto iniciático, en paralelo se tiene la responsabilidad de la parte material y espiritual, una reflejo de la otra, los iniciados deben cuidar y ser cuidados, tema que se resume en la disciplina, el cumplimiento de las leyes y la inspiración de lo superior, consumando así, la equilibrada realimentación de la vida.

   La elaboración del pan, tiene su basamento en la integración de los ingredientes, símbolo de los cuatro elementos alquímicos y la acción del panadero, quien simboliza la energía llamada “el hacedor,” ella representa la potencia por la cual se produce la “unión” de los mismos, como medio para lograr el cambio. Imprescindible, es la tierra presente en la germinación del trigo, el agua elemento que permite y ajusta la mezcla, el aire como agente que promueve la fermentación y el fuego, elemento que logra la integración y modificación, simbolismo que demuestra como el iniciado puede alcanzar su transformación. Logra su catarsis a través de las pruebas iniciáticas, ese escenario le permite, tomar consciencia de su constitución, hacer la labor de limpieza y selección de las fuerzas idóneas, para poco a poco lograr la cocción en su athanor, el hacedor es para su proceso lo que el panadero es para la elaboración del pan… el alma en su acción intima se fortalece y se muestra como la fuerza-voluntad, facilitando el proceso de realización, el resultado de esta combinación y evolución que sucede en el interior y nos envuelve plenamente, es el Pan de vida… el alimento que nos sostiene y que simultáneamente nos convierte en el sustento del gran cuerpo universal, conocimiento o luz simbólica que promete la comunión con Dios.

        Por último, comentaremos sobre la acción de la siembra del trigo, esparcir la semilla, entregarla a la tierra es un gesto que se hace con la mano abierta de cara al sol, representación de la generosidad y entrega, con la esperanza de la buena cosecha. Todo iniciado debería realizar su entrega a los senderos de la iniciación de forma generosa y completa, con la esperanza de que los frutos de su esfuerzo y trabajo se develen con cara a la luz inmanente. El iniciado como el sembrador, tiene que ser paciente y cuidadoso de lo que crece, alegre y humilde de lo que cosecha, sabedor de que el resultado de su “trabajo” es producto de la inspiración divina, garante del equilibrio y la armonía universal.

"Un día yo tuve hambre, y me alimentaste.
      Un día yo estaba sin esperanzas y me diste un camino.
 
      Un día me desperté solo, y me diste a Dios, y eso no tiene precio.
 
     Que Dios habite en tu corazón y alimente tu alma.
 
    ¡¡¡Y que te sobre el pan de la misericordia para extenderla a Quien la necesita!!!".

Tomado de: “Pensamientos y Reflexiones de Ayer, hoy y siempre” Historia, San Juan de Puerto Rico, año 1927.

17 de septiembre 2014,
Santiago De León de Caracas

 Esperanza

Comentarios

  1. Parece extraído de un manuscrito sagrado. Muchas gracias por la información, no podía estar mejor reflejado. Amén

    ResponderEliminar
  2. Un artículo muy completo, y que necesitaba leer.
    Gracias ;)

    ResponderEliminar
  3. Tuve una visión con un campo sembrado de trigo. Al buscar el significado lo encontré en ésta página. Muy bueno. Estoy agradecida.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario