Alquimia - Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos

Alquimia

El verdadero laboratorio alquímico. Elias Ashmole
Alquimista-sacerdote-mago
Miniatura alquímica del siglo XVII

La Alquimia es la ciencia y el arte de las transmutaciones internas que, practicada por numerosos pueblos no siempre de modo material o de manera vegetal, animal o metálica como espejo de lo espiritual, sino a veces exclusivamente de esta última suerte, tiene siempre el mismo propósito: el tránsito del alma hacia el Conocimiento.

La Alquimia mineral, la más popular y la única que se suele conocer por ese nombre tuvo su apogeo en los siglos XVII y XVIII aunque varios textos fueron conocidos desde la Edad Media e incluso desde la Grecia anterior y posterior a Cristo (Zósimo, Papiro de Leiden), y siempre estuvieron rodeados por el misterio propio de las iniciaciones.

TeúrgiaLibros oscuros, criptogramáticos que emplean un lenguaje propio –que a veces varía de uno a otro autor– denotan, no obstante, la idea de claves para ir abriendo puertas en el sendero iniciático.


En un trabajo anterior hemos establecido a nuestro criterio, las distinciones entre el arte alquímico y el teúrgico adjudicando al primero la realización individual, personal, y al segundo la labor de ligazón universal, o sea la magia transpersonal. Pero es necesario efectuar la alquimia para ejercer la teúrgia.

Según Mircea Eliade en Cosmología y Alquimia Babilónicas:

La presencia misma de los metales en la sociedad humana le aporta a ésta numerosas fuerzas mágicas desconocidas pertenecientes a otros niveles cósmicos y porque esas fuerzas oscuras (sagradas o demoníacas) le revelan otros horizontes al alma humana y le permiten intentar otras experiencias.

  
Praeciosa ac nobilissima artis chymiae collectanae de occultissimo ac praeciosissimo philosophorum lapide.
Janum Lacinium. Norimbergae, Ioann Gabrielem Hayn.
Petrei generum, 1554.

Todas las cocciones tienen lugar en el Athanor, horno o caldero alquímico, imagen del alma humana donde se producen las operaciones. Por otro lado tres son los principios universales que rigen las actividades del adepto, filósofo o alquimista, un principio activo, otro pasivo y un tercero neutro capaz de conjugar los dos primeros y al mismo tiempo actuar de modo independiente: el azufre, el mercurio y la sal.

Esos principios a su vez sufren dos tipos fundamentales de manifestación, los de disolverse y coagularse. E igualmente combinan con cuatro elementos diferenciados, fuego, aire, agua y tierra que indican el estado radiante, gaseoso, acuoso y terroso de la materia. En cuanto a las operaciones, éstas son innumerables y varían según las circunstancias de modo, tiempo y lugar. Asimismo se distingue a los auténticos sabios de los simples "sopladores", falsos alquimistas que no son otra cosa que charlatanes, mistificadores, cuando no eruditos. Investigar en la alquimia es sumergirse en un mar de dificultades que es capaz de hacer zozobrar nuestra nave. Para lo cual es necesario recurrir a otras disciplinas metafísicas antes de entregarse a especulaciones y experimentaciones con metales u otros materiales ya que los más grandes intérpretes de esta ciencia, puesta bajo la advocación de Elías Artista, jamás han pisado un laboratorio puesto que la simple química actual, –y aunque muchos de sus logros tienen este origen–, sigue una dialéctica diferente, incluso opuesta a sus contenidos esotéricos, sapienciales o iniciáticos.

La palabra griega metanoia significa con exactitud los propósitos de la alquimia y sus adeptos, los alquimistas.

Alquimistas
Miniatura de manuscrito, siglo XVI
(Thomas Norton, The Ordinal of Alchemy)

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