La experiencia del Amor Divino en Ibn 'Arabí - Víctor Pallejá



LA EXPERIENCIA DEL AMOR DIVINO EN IBN 'ARABÍ


Selección de textos de Ibn ‘Arabî por Víctor Pallejá. “… el amante cuyo corazón esta absorto por el amor, permanece perplejo ante los aspectos que desea tomar el Amado hacia el cual desearía orientarse”.


    arabi
I. El AMOR se relaciona con Al-lâh y con el hombre, / con una relación que nuestra ciencia desconoce. / El amor es gustación y no se conoce su verdadera realidad. 7 ¿No es esto asombroso?, ¡Al-lâh, Al-lâh! / Las premisas del amor me visten con su entidad propia; / las ropas de los contrarios, como estar atento y distraído. / Por el amor se confirma la necesidad positiva de la Realidad divina en cuanto se ve en Él y en nosotros, aunque no / seamos una entidad similar a Él. / Perdóname Al-lâh lo que digo acerca de esto, / pues lo he dicho desde la perspectiva de dar gracias a Al-lâh.
II. Amo mi esencia con el amor que tiene el Uno por el Dos / Siendo el amor que de él procede natural y espiritual / y también amor divino, que es el que te es dado / con palabras de luz y de guía en la letra del Corán. / Me preguntaste sin saber de qué amor, / ni de qué relación de medida trataba tu pregunta. / Todo amor tiene un principio que mi ciencia verifica, / salvo el amor del Señor, que no posee dualidad. / Todo amor tiene un principio y no tiene fin, / salvo el amor natural y dual. / No pueden describirse, estos amores cuando has experimentado en qué consisten, / ambos desconocen el límite y la deficiencia. / El propósito del amor en el hombre es la unión: / un espíritu con un espíritu, un cuerpo con un cuerpo. / La intención de unirse con el Misericordioso es herejía. / Ciertamente, la acción bella del amor es un componente de Su benefactría. / Sí no Le doy una forma, mi alma desconocerá a aquel de quien estoy / prendado, ¡pese a que su representación esté recusada por las demostraciones!
        

III. El amado por la pasión soy yo ¡si supierais! / Y lo que nosotros amamos es la pasión ¡si comprendierais! / Si comprendierais mi objetivo, alabad a Al-lâh —¡exaltado sea! /¡Daos pues cuenta! /¡Qué podrá aportar la gente a mis palabras!, / puesto que son sordos a percibir mi verdadera expresión / y a las realidades concretas que en mi existencia manifiesta mi Amado, / a las que se han cegado. / No estoy enamorado de nadie de Su creación: / Nadie —y de nadie distinto a mi existencia. ¡Comprended! / Desde que asumí la divinidad , he devenido lugar de / manifestación, y así siempre he permanecido ¡Precaveos! / Yo soy la amarra de Al-lâh en vuestro universo, /¡Quedaos junto a la puerta como servidores y aprestaos a servir! /  Si digo: deseo a Zaynab, o Nizhâm o ‘Inân,
¡Tomad una decisión! / Se trata de un signo excepcional y hermoso, / bajo el que hay una vestidura fina y señalada. / Yo soy la ropa de quien con ella se viste, / y quien se la pone es desconocido. / Bajo el manto no hay otro distinto que el que dijo Hallâj  un día, / Así pues, ¡Alegraos! /¡Por vida del amor! Si yo Le contemplara, / Se expondría a mi contemplación por medio de vosotros. / La entidad del Ser divino en su principio mismo no es visible, / En todo momento permanece no manifestada.
IV. La existencia es una letra,  tú eres su significado. / ¡Para mí no hay esperanza en el universo salvo Él! / La letra es un significado, y el significado de la letra es quien reside en ella. / No contemplarás otra entidad que su significación./ El corazón, en cuanto a su naturaleza primordial, / media entre su morada y su significado. /¡Gloriosa Divinidad! no es abarcada por nadie, /¡pero aun así la contenemos!  / No soy yo quien lo dice, sino una tradición  que viene de la Divinidad / y ese dictado así lo contiene. / Quiso la Divinidad verdadera habitar en el corazón, / para ello le otorgó disposición natural y equiparación. / La entidad misma de mi ser, es la entidad de Su Forma.  / Revelación cierta que no es conocida sino de Él. / Al-lâh es el más grande, nada Le es semejante, / Y no hay cosa que sea distinta de Él, es más, iÉl es ella! / La entidad de tal entidad no percibe más que inexistencia /¡Pero es cierto que la existencia perceptible es Al-lâh!  /¡Luego sólo Al-lâh ve a Al-lâh! Sopesad mis palabras, / a fin de que se sepa a quién se dirigen y de quién proceden!
Cortesía de Arsgravis

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