LA CABALLERÍA ESPIRITUAL ENTRE OCCIDENTE Y ORIENTE (Parte III)
Ignacio Sánchez
LAS ORDENES DE CABALLERÍA ESPIRITUAL Y EL SACERDOCIO EN OCCIDENTE
A la caída del Imperio Romano surge
el caos, el desorden y Occidente pronto conocería las más cruentas batallas de
los pueblos europeos luchando por el control de los territorios del mismo entre
sí. Cerca de del siglo V de nuestra era, nace en Montecasino el más grande los
maestros y herederos de la transmisión apostólica de todos los tiempos.
Hablamos de San Benito de Nursia. Hasta la aparición en la escena tradicional
de Bernardo de Claraval, San Benito representaba al primer “ordenador” del
sistema monacal por medio del cual los monjes y sacerdotes recluidos en
claustros de oración, garantizaban la comunicación con las vías de Misterios
Mayores en Europa y en determinados lugares del Oriente Próximo. San Benito fue el fundador de la “Orden de San Benito o
benedictina” y en donde se había establecido la primera “Regla de Estricta
Observancia” que debían de seguir todos los monjes que llevaran una vida
destinada a la “contemplación” y a garantizar la filiación que el maestro de Galilea, había trasmitido a sus apóstoles y que había llegado hasta Occidente
por diversas vías.
La
importancia de la vida de San Benito de Nursia es de tal valor, que sin las
diversas reglas de disciplina y de pureza que él había confeccionado con tanta
sabiduría, las órdenes monacales en primer lugar y las caballerescas en
segundo, no hubiesen podido tener una vida conforme a los preceptos sagrados, acorde con los
principios y preceptos metafísicos que representan la médula y la esencia de un
trabajo interior capaz de garantizar lo que Guenón denomina como "La Perfecta
Realización Espiritual".
La
vida monacal de principios de la era cristiana, garantizaba un orden en
Occidente en donde estaban comprendidas las tres castas o sistemas de
conocimiento de los tres estadios de la Ciencia Sagrada en la
Tradición hindú: Brahmanes, Kshatriyas y Vaishas. La casta sacerdotal representa una analogía con la casta
hindú de los Brahmanes.
Carlos
I el Grande, llamado Carlomagno; nacido en el siglo VI de nuestra era, una
vez convertido rey de los francos, logró someter a los lombardos, musulmanes,
vascones, eslavos y otros tantos pueblos más, hasta convirtiéndoles en cristianos a muchos de ellos y
estableciendo por primera vez, lo que se conocería como el Sacro Imperio Romano
Germánico bajo su dinastía: la sajona. Con Carlomagno se establecería el primer
orden bajo el mandato militar-caballeresco, razón por la cual se dice que la
caballería en Occidente, representó a modo de analogía a la casta “Kshatriya”,
del sistema de casta hindú.
Es
así como podemos comprender la importancia tanto de la Caballería Espiritual
como de las diversas órdenes reguladas por San Benito de Nursia, ya que ellas
constituyeron el ternario espiritual que comprendió una perfecta comunicación
con los Misterios de la Tradición bajo la fórmula de : Oratores, Bellatores y
Laboratores, siendo que los sacerdotes ocupan el lugar de los Oratores, los caballeros espirituales el
de Bellatores y el de los
constructores y los dedicados al oficio del servicio, pero sobre todo de la
construcción como lasdiversas ordenes de constructores de la época, constituía el sitial de los Laboratores.
UN LLAMADO
El Siglo X después de
Cristo, estuvo marcado por dos acontecimientos fundamentales: el creciente
dominio del imperio turco - otomano Seldjúcida
y por la convocatoria por parte de la Iglesia de socorrer al Imperio Bizantino y
por ende, recuperar Tierra santa. El pueblo turco dominaba casa vez más las extensiones de territorios que comprendían el Oriente Próximo bajo la tutela de Bizancio. Los escamoteos a
los dominios cristianos ortodoxos cada vez eran más constantes. Así como cada
vez era más constante, el ataque y el asalto a los peregrinos que viajaban
desde Europa hasta Tierra Santa. 1076 los turcos otomanos, toman la Ciudad
Santa: Jerusalén. En 1095 el Papa Urbano II
hace su llamado a recuperar a Tierra Santa y socorrer a los hermanos
cristianos en la otra hora sede del Imperio Romano de Oriente.
En 1099 tras un largo
asedio, cae Jerusalén. Su protagonista Godofredo de Buillón y el lugar del
acontecimiento, por la puerta conocida como de San Esteban, primer mártir de la
cristiandad a pocos años de la muerte de Jesús en la cruz. En ese mismo año,
Godofredo había recibido la oferta de consagrarse como el primer patriarca
cristiano en Tierra Santa, distinción que rechazó en cambio por el título de
"Primer Protector de Tierra Santa". Una vez constituido el primer
gobierno europeo en Tierra Santa en manos del considerado gran héroe de toda la
cristiandad; Godofredo de Buillón junto con su hermano Balduino I y con 50
caballeros armados fundaron “La Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén”.
LOS TEMPLARIOS Y LAS DIVERSAS ORDENES DE CABALLERÍA ESPIRITUAL
La
Orden de los Pobres Caballeros de Cristo o sencillamente la Orden del Temple,
son unos de los tantos nombres que definen sin lugar a dudas, a la orden de
Caballería Espiritual más importante y trascendental de toda la historia de la
humanidad en Occidente. Los caballeros templarios representaron un vehículo y un “soporte”
de comunicación, con las vías de misterios existentes en el Occidente en su
época con el polo espiritual, el eje del mundo del aquel entonces. Hablamos de
la conexión que garantizaron los templarios con la Influencia Espiritual de la
cual era detentadora Tierra Santa, porque fue en la Jerusalén de su época, en
donde confluyeron las tres grandes tradiciones monoteístas y que resultaron de la
síntesis de Abraham.
René Guenon nos refiere
una idea de lo señalado: “Si tal fue el carácter de los Templarios,
para desempeñar el papel que les estaba asignado, y que concernía a una
determinada tradición, la de Occidente, debían permanecer vinculados
exteriormente con la forma de esta tradición; pero, a la vez, la conciencia
interior de la verdadera unidad doctrinal debía hacerlos capaces de comunicar
con los representantes de las otras tradiciones: esto explica sus relaciones
con ciertas organizaciones orientales, y sobre todo, como es natural, con
aquellas que en otras partes desempeñaban un papel similar al de ellos”.
Fundada por nueve (9) nobles venidos
de Europa, a la cabeza de Huges de Payens
y de Godofredo de Saint-Audemar;
nació en el año 1.118 en Palestina, nueve (9) años después de la llegada de los
“cruzados” a Tierra Santa y fue aprobada en el Concilio de Troyes en 1.127 de
nuestra era, después de que su mentor y vinculador a los misterios de la
Tradición Celta, Bernardo de Claraval, diera lectura a su “Laudo Novoe Milicia”. La Orden del Temple mantuvo una estrecha
relación con las más diversas vías interiores de la religión del Islam.
Contacto que los llevo a descubrir otra forma de entendimiento sobre la
tradición en el Oriente próximo y con doctrinas nutridas por el Al-Tassawuf. Nos referimos a la
comunicación mantenida por los caballeros templarios con la vía de la Gnosis de
Ismael que bien identifica en substancia y en esencia al siempre rico simbolismo de la Futuwwa espiritual.
Es así como el caballero
espiritual de la Orden Templaria, abre su compás de comprehensión y obtiene un
desarrollo mucho más profundo sobre su estado de consciencia referente a lo absoluto que comprendía el
estudio de la Vía del Cristo, la Gnosis Hebrea y la Gnosis del Islam, en el
aspecto más íntimo e interno de cada una de sus vías exteriores: cristianismo, judaísmo e islamismo. Nivel del conocimiento adquirido
que más adelante les llevará a entender el sentido de la Caballería Espiritual
en el extremo oriente y que comunicarían al acervo cultural occidental para
siempre; marcando un antes y un después de la Orden del Temple; en donde la Caballería Espiritual sería una sola y las diferencias, quedarían en simples contingencias que permitirían al hombre de cualquier situación geografía, poder abordar el basto y rico conocimiento simbólico de la cual son y serán siempre herederas.
Sobre la filiación Templaria,
el maestro Joël Pozarnik nos ilustra: “Nos comenta nuestro Maestro Fermín Vale
Amesti que para poder fundarse una Orden, ésta necesita la “consagración” por
parte de un Personaje cualificado, consagrado por Transmisión de Poderes de Los
Apóstoles o de los Profetas. Hugo de Payens y Godofredo de Saint Omer la
recibieron del Patriarca Theocletes, descendiente de San Juan Evangelista. Eso
nos confirma el carácter eminentemente iniciático de la Orden del Templo”.
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