"TU PIENSAS QUE ERES, MÁS NO ERES Y JAMÁS HAS EXISTIDO"
Ibn Arabí
Muchos de los iniciados que creen conocer su
"proprium", así como a Su Señor y que se imaginan escapar así de las
ataduras de la existencia, dicen que "la Vía" no es practicable o
visible más que por medio de la "extinción de la existencia" y por la
"extinción de esta extinción". Dogmatizan así porque no han
comprendido la palabra del Profeta -¡"Que Allâh esté sobre Él y le
salve!-. Como han querido evitar la idolatría que resulta de la contradicción,
han hablado de la "extinción" de la existencia y también de la
"extinción de esta extinción" y también de la "destrucción"
y de la "desaparición". Pero estas explicaciones caen en la idolatría
pura y simple, porque cualquiera que piense que existe algo distinto de Él y
que aquello puede apagarse a continuación, o cualquiera que hable de la
"extinción de la extinción" de aquella cosa, tal hombre, decimos
nosotros, es culpable de idolatría por su afirmación de la existencia presente
o pasada de algo distinto de Él. Que Allâh -¡que Su Nombre sea enaltecido!-,
les conduzca, y también a nosotros, por el verdadero camino.
“Tu piensas que eres,
mas no eres y jamás has existido.
Si fueras, serías el Señor,
el segundo entre dos.
Abandona tal idea,
porque en nada diferís vosotros dos
en cuanto a la existencia.
Él no difiere de ti y tú no difieres de Él;
si por ignorancia piensas que eres
distinto de Él,
quiere decir que tienes una mente
no educada.
Cuando tu ignorancia cesa alcanzas la paz,
porque tu unión es tu separación
y tu separación es tu unión;
tu alejamiento, una aproximación,
y tu aproximación una partida.
Siendo así que te vuelves mejor,
cesa de razonar y comprende
por la Luz de la intuición,
sin la cual te olvidas de Sus rayos.
Guárdate de dar un compañero a Allâh,
porque en tal caso te envileces
con el oprobio de los idólatras”.
Si
alguno dice: "Pretendes que el conocimiento de tu "proprium" es
la Gnosis, es decir, el Conocimiento de Allâh -¡que Su Nombre sea exaltado!-,
que el hombre es distinto de Allâh puesto que debe conocer su
"proprium". Pero lo que es distinto de Allâh ¿cómo puede conocerle?".
La respuesta es: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a Su Señor". La
existencia de tal hombre no es la suya, ni la de otro, sino la de Allâh, sin la
fusión de dos existencias en una, sin que su existencia entre en Allâh, salga
de Él, conviva con Él o resida en Él. Pero Él ve su existencia tal como es.
Nada
llega a ser que no haya existido antes y nada deja de existir por destrucción o
extinción, o extinción de la extinción. La aniquilación de una cosa implica su
existencia anterior. Pretender que una cosa existe por sí misma equivale a
creer que esta cosa se ha creado a sí misma, que no debe su existencia al poder
de Allâh, lo que es absurdo a los ojos y a los oídos de todos.
Debes
observar que el conocimiento que posee el que conoce su "proprium",
es el conocimiento que Allâh posee de Su "proprium", de sí-mismo,
porque Su "proprium" no es distinto de Él. El Profeta -¡que Allâh
esté sobre Él y le salve!- ha querido designar por "proprium" la
existencia misma. Cualquiera que llegue a ese estado de alma, en su exterior y
en su interior, no es distinto de la existencia de Allâh, de la palabra de
Allâh; su acción es la de Allâh y su propósito de conocer su
"proprium" es el propósito de la Gnosis, es decir, el Conocimiento de
Allâh.
Tú
abrigas ese propósito, ves sus actos y tu mirada busca un hombre distinto de
Allâh, puesto que tú te ves a ti mismo distinto de Allâh. Mas eso proviene de
que no posees el conocimiento de tu "proprium". Pero si "el
creyente es el espejo del creyente", entonces ese hombre es Él mismo por
su sustancia, o por su ojo, es decir, por su mirada. Su sustancia, o su ojo, es
la sustancia, o el ojo de Allâh; su mirada es la mirada de Allâh sin
especificación ninguna. Ese hombre no es Él según tu visión, tu ciencia, tu
opinión, tu fantasía o tu sueño, sino según Su visión, Su ciencia y Su sueño.
Si dice: "Yo soy Allâh", escúchale con atención porque no es Él, sino
Allâh mismo quien por su boca pronuncia esas palabras: "Yo soy
Allâh". Es evidente que no has alcanzado el mismo grado de despertar
espiritual que Él. De otro modo, comprenderías su palabra, dirías lo que él y
verías lo que él ve.
Resumamos:
La existencia de las cosas es Su existencia sin que las cosas sean. No te dejes
engañar por la sutilidad o la ambigüedad de las palabras, de forma que imagines
que Allâh ha sido creado. Cierto iniciado ha dicho: "El sufí es
eterno", mas él ha hablado así después de que todos los Misterios le
fueran revelados y todas las dudas o supersticiones dispersadas. Entretanto, este
inconmensurable pensamiento sólo puede convenir a aquel cuya alma se ha
convertido en más vasta que los dos mundos. En cuanto a aquel cuya alma aún no
ha alcanzado tal grandeza, este pensamiento no es adecuado. Porque en verdad,
este pensamiento es más grande que el mundo sensible y el suprasensible,
tomados los dos conjuntamente.
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