CONTRA LA MEZCLA DE FORMAS TRADICIONALES
Ibn Idris Ibrahim
(Ignacio Sánchez)
Es
para nosotros un momento de especial atención, para tocar un tema que
pareciera, que cada vez más aun; necesite una total revisión dado los momentos
que atraviesa la humanidad hoy día.
Hablamos
de un hecho que es cada vez más palpable en nuestra sociedad humana, en donde
las Escuelas de Misterios, lejos de ser protegidas, valoradas y resguardadas de
los embates del mundo profano; se ven cada día más “influenciadas” por la
degeneración y el notorio deterioro que estas representan hoy día. Al menos en
el mundo conocido como Occidental, en donde el hombre lejos de buscar la fuente
de su felicidad y “riquezas” en Dios, las ha suplantado (y las sigue
suplantando a gran velocidad), por los frutos del mundo de la ilusión: lo
material.
Para
atajar un tema que pudiera ser muy extenso y que de igual manera pudiera
atentar a favor de nuestro ego y comenzar a criticar las acciones de los “iniciados”
de nuestros días; queremos resaltar y desarrollar una especia de llamado de
atención, contra un vicio cada vez más característico y notorio dentro de las Escuelas
de Misterios y que a su vez, pueda servir como un llamado de “alerta”, de una práctica
que a todas luces representa una forma de “contrainiciación” ya sea directa o indirectamente.
Hablamos
de “la mezcla de diversas formas tradicionales”, ya sea tanto para un individuo
como para una forma tradicional concreta por los miembros que la integran.
En
el primero de los casos planteados, podemos señalar que, para el individuo que
por falta de conocimiento (de ignorancia entendible en las primera de cambio) y
muchas veces, llamado por la curiosidad y el querer conocer otras vías que
pudieran garantizar cierto estado de realización interior; hacen un
acercamiento más o menos directo en la mayoría de los casos y por otro lado, los
que deciden (aun sin tener el más mínimo atisbo de consciencia dada por el
recorrer el Sendero Iniciático) formar parte de “otra” Escuela de Misterios,
con la finalidad de “saber un poco más”, sobre aquello que llamamos el
develamiento de los símbolos en misterio.
Bien
podemos señalar, que este tipo de mezcla sobre las formas tradicionales a
seguir, tratando de conseguir un mayor entendimiento sobre la vía iniciática,
representa a todas luces, la manera más directa y segura de no entender nada en
concreto. Incluso advertimos algo que Rene Guenon puntualizó a lo largo de toda
su vida y en el desarrollo de su obra literaria, y es el hecho de que no hay
nada que garantice una completa y total desviación, como cuando el iniciado
decide tomar a la vez, dos vías iniciáticas.
Poco
importa si una de ellas viene de Occidente y la otra de Oriente, o si ambas son
de uno de otro lugar. Al final, lo que debemos siempre tener en cuenta, es el
hecho de que una forma tradicional, sea cual sea, es de carácter divino, es
perfecta en su esencia y múltiple en substancia y que gran parte de nuestro
camino y su secreto consiste en recorrerla con Amor, devoción y mucha seriedad;
porque bien lejos estamos de considerarnos como iniciados “avanzados”, capaces
de merecernos recorrer varias vías iniciáticas al mismo tiempo.
En
la medida de que vamos adentrándonos en nuestros corazones, que vamos tomando
seria consciencia de los trabajos rituales que le son propios a cada una de las
formas tradicionales junto con sus símbolos, gestos y doctrina; vamos
entendiendo el poco tiempo que tenemos para profundizar en los misterios de
dicha forma tradicional y que solamente al recorrer una de ellas, que como ya
dijimos, es de carácter no – humano y divino; un terrible error del ego sería
creernos aptos y “cualificados” para recorrer dos rutas diferentes (al mismo
tiempo), de aquellas que conducen hasta la cima de la montaña.
Una
vez alcanzada la cima de la misma es otra cosa; suena otra canción. Pero dadas
las circunstancias y la situación del mundo Occidental, os pregunto: ¿Quien pudiera
sentirse seguro y capaz de haber recorrido una forma tradicional en su
totalidad?, ¿Quién puede osar siquiera decir: Ya he recorrido la Masonería, o
el Compañonaje, o la Qabbalah en toda su extensión, o la vía del Tao?... vaya
usted a saber, diría el inefable Maestro Albanashar que tanto previno y denunció
esta terrible usanza.
Amén
de lo expuesto denunciamos una falta terrible que aqueja a las Escuelas de
Misterios en la actualidad y es la causante de tanta desorientación, de tanta
indiferencia y de la abundante falta de Amor de los iniciados a las Escuelas de
Misterios que le dieron la Luz. Hablamos de la falta de Maestros preparados en
el Sendero que puedan orientar y guiar los pasos de todos los jóvenes y recién nacidos
iniciados, hasta que estos entren en efectiva comunión con sus Maestros Íntimos;
dicho sea de paso, impedirían bajo toda tutela, ese terrible vicio de recorrer
y hacer dos vías tradicionales al mismo tiempo. No existe una manera más segura
de perder el tiempo. Vaya indigestión psíquica se puede acarrear!
Sobre
las palabras de Rene Guenon al respecto, él siempre enfatizó en el hecho de que
para Occidente existen solamente dos vías tradicionales capaces de garantizar
lo que nosotros llamamos “la perfecta realización espiritual”, y son la
Masonería y el Compañonaje.
No
es un capricho del Maestro Hábil, sino una sincera aclaratoria de que cada
forma tradicional, obedece a una cultura humana determinada, a una situación
geográfica y a una realidad muy particular del ser y su entorno, que ha hecho
que los rituales y los símbolos, sean adaptados a esas muy determinada formas humanas,
con el fin de que ellas, con sus características especiales, puedan acceder a
una vía directa, capaz de “religarnos” con lo divino.
No
deslegitimamos el valor y la potencia simbólica de otras formas tradicionales y
de su capacidad para poner al Iniciado en contacto con la Omnipotencia del
Creador. Solo reafirmamos las palabras del Maestro de Bois, en cuanto a que una
cosa son las vías tradicionales en Occidente, adaptadas al hombre occidental y
otra muy distinta son las vías o formas tradicionales de Oriente, adaptadas a
la mentalidad y a las condiciones (corporales y psíquicas) del hombre oriental.
Las
diferencias saltan a la vista. El que sienta un llamado especial desde lo más
profundo de su corazón, debe ir en búsqueda del Grial, porque el Grial jamás
vendrá a él.
Por
otro lado y no menos grave aún (incluso mayor) es la imperiosa necesidad de los
necios de hoy en día, de querer modificar a voluntad propia, los rituales, símbolos,
mitos y leyendas de una forma tradicional en particular.
Que
terrible trampa del ego que nos hace olvidar por completo que todas las formas
tradicionales, venidas a menos o no; tienen un mismo punto en común y que bajo ningún
concepto pueden ser alteradas por el ser humano ya que lo perderían (mucho
menos por los hijos de una tradición) y es el hecho de que todas se comunican
en su esencial, en su justo centro de la rueda, porque todas son de origen divino
y no - humano.
¿Es
que acaso podemos asegurar que estamos en este plano de la manifestación a la
altura de poder cambiar o modificar algo que Dios, bajo su infinito Amor ha
creado para que podamos acercarnos a Él?
Existe
en todo ello una analogía por “correspondencia” con el simbolismo de Adán y la pérdida
del Paraíso Celeste; en donde el hijo hecho a la imagen y semejanza de Dios,
por un acto de soberbia, intentó ser igual que su Padre, que su Creador, trayéndole
como consecuencia terrible, la expulsión de la Tierra Divina… por siempre.
A
partir de allí, la túnica de Luz que tenía Adán, fue cambiada por la túnica de
piel; signándole a la raza humana hasta nuestros días, el remontar la senda
perdida hasta el Creador por medio de las formas tradicionales.
De
ello podemos rescatar el terrible riesgo que corre la raza humana de no poder
conseguir una forma certera de remontar hasta el Creador, si los rituales de
las formas tradicionales y su doctrina, son modificados por el antojo de
aquellos que padecen del mismo mal que adoleció Adán, al momento de su
expulsión de la tierra del Padre, en donde no hay ni Oriente ni Occidente, ni
Nadir ni Zenit.
Advertimos
las lamentables consecuencias psíquicas que pudiera traerle a un individuo que
sigue dos vías tradicionales al mismo tiempo, que sin lugar a dudas lo conducirán
a nada. Pero más alertamos aún, la terrible y penosa necesidad que sienten
muchos individuos de modificar ritos, símbolos y todos los “soportes” y elementos
de la comunicación divina que arrojarían el resultado que las almas sedientas
de Luz y Conocimiento Sagrado, no puedan conseguir un manantial de agua pura,
capaz de calmar las necesidades del Alma.
Creer
en lo beneficioso de esas acciones y actitudes es llamarse a engaños. Creer que
hay algo de provechoso en ello, es llamarse a la insensatez. Creer en los
charlatanes de turno que nos invitan a todo ello, es llamarnos a un acto anti
natural que nada se corresponde al propósito fundamental de las Escuelas de
Misterios en Occidente y del mundo entero; y que no es otro que, la puesta en
contacto con esa esencia de Dios que mora en todos nosotros: en nuestro Maestro
íntimo.
Rogamos
al Creador de todos los mundos, de los mares y de todos los desiertos, que no
permita que abunden este tipo de abominaciones que lejos de hacerle un favor a
la Tradición, le hacen un flaco y terrible favor.
Con
mucho Amor fraterna e impersonal, me despido esperando que mis palabras, hayan
calado en vuestros nobles corazones.
Su
compañero en el Sendero Ibn Idris
Ibrahim.
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