OH! MAESTRO INTIMO
Ibn Idris Ibrahim
(Ignacio Sánchez)
Sobre la "Contemplación"... Tan divina y tan anhelada contemplación sobre las verdades sin formas y sobre las realidades del alma; la que nos enriquece, la que nos hace voltear las miradas hacia nosotros mismos, hacia nuestros corazones, hacia nuestra morada íntima. A ella quiero dedicar estas palabras con mucho sentimiento interior y sobre aquel que las ha inspirado.
Quien es el responsable, el causante de mi sentimiento y el protagonista de mi visión sobre el Creador y su obra?
Quien ha podido conmoverle? se preguntarán. Quien ha despertado a través de sus palabras, la atención fija sobre Él; el mas grande, el Supremo, el Absoluto y el que Todo lo ve y todo lo puede?
Sólo un exponente de su infinito Amor, de sus dulces mensajes, de la sensibilidad de su latente fuerza vital y de todo lo capaz de ser creado con tan sólo un mínimo pensamiento, puede hacernos sentir en lo más profundo de nuestra Alma; el poder absoluto de Dios.
Sólo a través de Él podemos conocer un poco más sobre la experiencia del reencuentro con el Maestro íntimo y experto en el sendero de retorno hacia el Padre. Sólo a través de sus poemas, podemos por breves segundo, entender como giran los planetas, como el viento lleva el polen, como las aves vuelan en las alturas, como una mujer tiene el poder exclusivo de llevar dentro de ella, lo más maravilloso de creación, como el sol se nos muestra cada día, para cada día ocultarse y darle paso a que la luna cobre protagonismo, como un niño ríe, un perro ladra, un ladrón se arrepiente y como podemos "evocar" a toda la tradición en un simple suspiro.... En un simple instante.... Que lo vale todo y a la vez no lo hace tan simple.
Hoy mis palabras son para ti, Oh, Maestro Íntimo, Maestro Experto Interior, que me hace exclamar con todo el júbilo de mi Alma: Oh! Señor Dios Mío que estas en las alturas y en todos los lugares.... Gracias por ayudarme a entender que la tumba es el mundo que me rodea, que me empuja hacia abajo y que a veces me doblega.... Pero hasta ello es necesario para llorar por ti, para pedir por ti y para que le demuestres a éste absurdo ingrato; que sólo por medio de Jehovah, es que puedo volver a levantarme para seguir mi recorrido en este Camino entre piedras.
Oh! Maestro Íntimo que tanto me recuerdas a Ibn Arabí, a Jallalud' din Rumi, a Albanashar Al- Waly, al Sheick Wahed Yahiad, a Shamz de Trabiz, a Abu Madyan, a Ben Awir, a Bernardo, a Francisco el de Asís, a Agustín de Hipona, a Benito de Nursia y a otros tantos más que ya no son ellos... Porque ellos, son Él!
Oh! Maestro Íntimo, ya comienzo a sentir como todo se cae de mi cuerpo y voy dejando éste envoltorio, cada vez que te recuerdo a ti, te siento a ti, te vivo a ti y por ello, vivo en mi Señor... Porque tu no eres tu, eres Él.
Oh! Maestro Interior, gracias por sacarme del Infierno. Ahora muestrame la Senda recta que me puede conducir hasta mi hogar una vez más.... Ya he dormido mucho fuera de Él y ya estoy tan cansado que cada vez que te siento a ti, encuentro las fuerzas necesarias para poder retornar y así descansar en tu regazo.
Oh! Maestro Íntimo que alegría... Que júbilo.... Que sencillo... y que divina es la "Contemplación" de ti por medio de Él, es decir, de mi propio Ser!
Ibn Idris Ibrahim
(Ignacio Sánchez)
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