ENTRE EL SI Y EL NO
Nos
cuenta el gran Maestro Ibn Arabí:
“Pasé
una jornada en Córdoba, en casa de Abú
al-Walid Ibn Rushd (Averroes), quien anteriormente había expresado su deseo
de conocerme personalmente.
Al parecer, le habían hablado de ciertas
revelaciones por mí recibidas durante mi retiro espiritual, lo que despertó su
curiosidad y extrañeza. Así, mi padre, que era amigo suyo, me llevó con el
pretexto de que debía solucionar unos asuntos en Córdoba.
En
aquella época yo era todavía un joven imberbe. Al entrar en su casa, el
filósofo se levantó para acogerme con grandes signos de amistad y afecto y me
besó. Después me dijo: ¿Sí?, y yo le respondí: Sí.
Mostró alegría al ver que le comprendí.
Al
observar el motivo de su júbilo, le dije: No. Entonces Ibn Rushd se sorprendió, palideció y diríase que dudaba de sí
mismo. Seguidamente me hizo la siguiente pregunta:
¿Qué respuesta has encontrado a las cuestiones de la Revelación y de la
gracia divina?, ¿coincide tu respuesta con la que se nos da en el pensamiento
especulativo?
Y
yo le contesté: Sí-No, Y entre el Sí y el
No los espíritus vuelan más allá de la materia y las cabezas se separan de los
cuerpos.
Al
escuchar esto, Ibn Rushd palideció e
incluso tembló y escuché sus labios murmurar: No hay más fuerza y poder que la
que viene de Dios.
Luego
había comprendido”.
Nota:
Extracto
de la Introducción de la obra “Los sufís de Andalucía”.
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