TODOS LOS
ATRIBUTOS DE ALLAH, SON SUS ATRIBUTOS
IBN ARABÍ
Si
se pregunta por qué medio se llega a conocer el sí-mismo, es decir, el "proprium", el alma, y a conocer a Allâh, la respuesta es: La vía hacia
estos dos conocimientos está indicada con estas palabras: "Allâh
es y la nada con Él. Él es ahora tal como era". Si alguno dice:
"Yo veo mi alma, -mi "proprium", mi mí-mismo- distinta
de Allâh y no veo que Allâh sea mi alma, la respuesta es: El
Profeta expresa con el término "alma", el "proprium" o
"ti-mismo", y no el elemento psíquico de tu existencia particular,
que se llama a veces "alma imperiosa", o "aquella que tiende
irresistiblemente al mal", o "el alma que reprocha" o "el
alma aquietada", etc. El Profeta ha dicho también: "Hazme
ver. ¡Oh Allâh!, las cosas tal como son", designando por "las
cosas" todo lo que no es Allâh -¡que
Él sea exaltado!-.
Con
esto el Profeta ha querido decir: "Hazme conocer lo que no eres Tú, a fin de
que sepa yo, a fin de que conozca yo, la verdad sobre las cosas, si ellas son
Tú, o distintas de Ti. ¿Carecen ellas de comienzo y de fin, o bien han sido
creadas y han de desaparecer?". Entonces Allâh le permitió ver que todo lo que no es Él, incluyendo el
"sí-mismo" del hombre, no tiene ninguna existencia. Y vio las cosas
tal como son: quiero decir que vio que las cosas son la "quididad" de
Allâh fuera del tiempo, del espacio y
de todo atributo.
El
término "las cosas" puede aplicarse al alma, o no importa a qué otra
cosa. La existencia del alma y de las cosas se identifican ambas en la idea
general de "cosa", por lo que quien conoce su alma, su sí-mismo,
conoce al Señor. Aquello que tú crees ser distinto de Allâh, no es sino Allâh,
pero tú no lo sabes. Tú Le ves y no sabes que Le ves. Desde el momento en que
este misterio haya sido desvelado a tus ojos -que no eres distinto de Allâh- sabrás cuál es el fin de ti
mismo, que no tiene necesidad de anonadarte, que jamás has dejado de ser y que
no dejarás jamás de existir..., jamás, como ya lo hemos explicado.
Todos
los atributos de Allâh son tus atributos. Verás que tu exterior es el Suyo, que
tu interior es el Suyo, que tu comienzo es el Suyo y que tu fin es el Suyo. Y
eso, incontestablemente, sin duda alguna. Verás que tus cualidades son las
Suyas y que tu naturaleza íntima es la suya. Y eso sin que te conviertas en Él,
o que Él se convierta en ti, sin transformación, sin disminución o aumento
alguno.
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