DIALOGO
SOBRE EL CORAZÓN Y LA CABEZA
Sri Ramana Maharshi
Discípulo: ¿Por qué dice Usted que el corazón está a la derecha cuando los biólogos descubrieron
que está a la izquierda? ¿Qué autoridad
tiene Usted?
Bhagavan: Nadie niega
que el órgano físico está a la izquierda, pero el corazón del cual hablo
está a la derecha. Esa es mi experiencia y para ello no necesito autoridad;
empero, Usted podrá encontrar la confirmación de esto en un libro Malayali sobre
el Ayurveda y en el sita Upanishad.
Discípulo: ¿Por qué
tiene Usted un sitio como el corazón para concentrarse para la meditación?
Bhagavan: Porque Usted busca la consciencia verdadera. ¿Dónde podrá encontrarla? ¿Podrá
alcanzarla fuera de Usted? Tiene que buscarla internamente. Por tanto, Usted es
dirigido hacia adentro. El corazón es la sede de la consciencia o la consciencia
misma." (C.f. ibíd. pág. 205). Le pido que observe donde surge el "yo"
sin su cuerpo,
pero no es realmente muy correcto decir que el "yo" surge de y se
funde en el pecho, en el costado derecho. El corazón es otro nombre de la
realidad y ésta no está ni dentro ni fuera del cuerpo. Para ella no puede haber
dentro ni fuera, puesto que ella solo es. Con la palabra "corazón" no
significo ningún órgano fisiológico ni ningún plexo o nervios ni nada parecido
a eso; pero mientras el hombre se identifique con el cuerpo o piense que está
en el cuerpo, se le aconseja que vea en qué lugar del cuerpo surge y se funde
nuevamente el pensamiento del "yo". Deberá ser el corazón del lado
derecho del pecho, puesto que todos los hombres de cualquier raza y religión y
en cualquier idioma que hablen, se señalan el lado derecho del pecho para
indicarse cuando dicen "yo". Esto es así en todo el mundo, de modo
que ese debe ser el sitio. Y mediante la aguda observación del emerger del
pensamiento del "yo" al despertar y su apaciguamiento al irse a
dormir, uno puede ver que él está en el corazón del costado derecho.” (cf. “Day by day with Bhagavan”,
1, pág. 18).
Cuando una habitación está obscura, se necesita una lámpara para iluminarla, pero cuando sale el sol, la lámpara no se necesita; los objetos se ven sin lámpara. Y para ver el sol mismo no se necesita lámpara porque él es auto-luminoso. La luz reflejada de la mente es necesaria para percibir los objetos, pero para ver al corazón, basta que la mente se vuelva hacia él. Entonces, la mente se pierde y el corazón resplandece…” (cf. Talks with Sri Ramana Maharsi, pág. 99).
Cuando una habitación está obscura, se necesita una lámpara para iluminarla, pero cuando sale el sol, la lámpara no se necesita; los objetos se ven sin lámpara. Y para ver el sol mismo no se necesita lámpara porque él es auto-luminoso. La luz reflejada de la mente es necesaria para percibir los objetos, pero para ver al corazón, basta que la mente se vuelva hacia él. Entonces, la mente se pierde y el corazón resplandece…” (cf. Talks with Sri Ramana Maharsi, pág. 99).
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