Lo Femenino - Esperanza

LO FEMENINO
Esperanza


Dedicatoria:
“Estas líneas, van dedicadas con profundo Amor y Nobleza, a mi Madre carnal que con su Amor y Nobleza me permitió crecer en la sensibilidad de la Vida humana y a mi Madre Espiritual, cuya Nobleza y Amor me afianzaron en la búsqueda y el transitar del Sendero…”
 Tu hija, Esperanza


“Allí donde está la reina, allí está la puerta….”
Juli Peradejordi


“Porque la vía iniciatica no es del blanco o del negro, ni del bien ni del mal, ni del hombre ni de la mujer, la via iniciatica es en aquel punto donde se re-encuentra el origen y se manifiesta la creación; por lo tanto, su ruta va de oeste a este y de este a oeste, zigzaguiando entre tu y yo…”
Esperanza (13-05-2014)




Hablar de Lo Femenino en estos tiempos se ha convertido en algo difuso, al escuchar este término, sin duda alguna, conduce inmediatamente a la mayoría de las personas a la “forma” de la mujer.

La mujer en existencia, verdaderamente es un símbolo Natural que encierra una fuerza Universal, a la cual, busco aproximarme en este escrito.

La Fuerza-Mujer, como he querido llamarla, nos conduce primeramente a aquello sutil, creativo, noble, y por supuesto virgen, condiciones presente en toda la naturaleza y por ende en todos los seres humanos. Esta fuerza matriz cuyo centro y depósito tangible, en primer término es la Madre-tierra, como elemento contenedor de la vida en todas sus formas visibles e invisibles a los ojos humanos, que armonizan en los planos de existencia, donde todas las energías se expresan y se manifiestan; Ella encierra ese misterio y encanto que se vive ante la necesidad de descubrir lo que atrae… su condición de crear y generar está sembrada en el Hombre, a imagen y semejanza de ella misma… es aquella que invita a sumergirse en los caudalosos ríos de los niveles de excitación donde se experimenta la exploración y la curiosidad al mismo tiempo…   Los grados de percepción de esta energía envuelven la vida, ya que su deseo se alcanza interna y externamente, es ella quien alimenta la capacidad de percibir (Intuición), al concientizarse o no de lo opuesto, para lograr la Unidad.

La mujer como su más alta representación, también es el más calificado contenedor de ella en la manifestación micro-cósmica, donde su máxima expresión se genera en su vagina y su útero como puerta de entrada y arca, en cuyo interior esta confiada su más potente revelación en la manifestación, la vida misma; este simbolismo en el nivel macro-cósmico se da en las cuevas y cavernas (centros telúricos), como madres, igualmente encierran y son poseedoras en su oscuridad silenciosa del misterio, de aquella fuerza sutil y poderosa que resplandece cuando se es percibida, la feminidad, la cual siempre está invitando a la gestación de las fuerzas a descubrir…


Desde todos los tiempos, esta fuerza ha sido valorada y venerada, el santo grial en los tiempos artúricos, donde los caballeros engrandecían y respetaban la sencilla sensibilidad  femenina que se percataba en la naturaleza; el grial como su imagen, y sus intuitivas cabalgatas en su búsqueda, se ejercían para el encuentro con la feminidad; De igual simbolismo, tenemos el sahumerio que se utiliza para rituales originalmente de adoración a la madre-tierra, el caldero de las culturas europeas, donde se mezclaban y contenía todos los elementos necesarios para la transformación; el mortero u horno (Athanor) donde la materia prima se transforma en Oro… Desde los inicios de los tiempos, Lo Femenino consagra la existencia de lo supra-humano, es aquella fuerza que el Hombre-Mujer percibe para concebir lo divino, y que interiormente eleva y devuelve a la humanidad hacia sus orígenes, es por tal motivo, que desde que se inicia un pensamiento hacia lo trascendente, se toca la fuerza más potente y al mismo tiempo más frágil intrínseca en el Ser.

Ahora bien, voy a tocar con mucha fineza, un símbolo considerado como expresión de la Fuerza-Mujer en la tradición hermético-cristiana, y es María-Virgen; refiriéndome a sus conocidas y poco entendidas letanías (letania: suplicar-rogar), que con mayor y profundo entendimiento, un canto de las virtudes de la piedra soberana… ella es evocada bajo los siguientes términos, entre otros: Santa María, Puerta del Cielo, Madre de la Misericordia y Madre de la Gracia Divina… en la misma línea, el singular Dante, escribe: “Virgen Madre, Hija de tu Hijo, la más humilde y alta de las criaturas… Dama, eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti, quiere que su deseo vuele sin alas.” Dante, Paraíso, XXXIII, 1 a 21.



Se dice que la virgen de la superficie es el reflejo de la oculta que se halla escondida bajo la tierra, es esta sin distintivos la que simboliza el hermetismo, el misterio, Las vírgenes negras; originarias de las cavernas y de las criptas en los templos, cumplen la representación de la Isis egipcia (madre de todas las cosas, quien las lleva a todas en su seno, dispensadora de la revelación y de la iniciación). Sobre su color negro el maestro Fulcanelli en su obra El Misterio de las Catedrales escribe: “representan en el simbolismo hermético la tierra primitiva, la que el artista debe elegir como sujeto de su gran obra…”.

En las profundidades de la tierra se encuentra la materia virgen, lo original,  la sustancia indiferencia, la piedra, aquella que es descubierta por el “minero” para ser tallada, porque lo oculto tiene como característica principal la permanencia e inmovilidad, a la espera de aquel que va ser su descubridor y progenitor en este mundo; y es esta la singularidad que aproxima simbólicamente a la diosa Minerva con María, Madre-Virgen del hijo de Dios; Minerva (la mina oculta) que también fue madre-virgen tuvo un hijo llamado Erictonio (el hijo de la tierra), en este punto retomamos la idea anterior de “exploración y curiosidad” energías que deben vibrar fuertemente en el corazón del iniciado, y es que la curiosidad otorga el “gusto de conocer”, condición que nos acerca a lo divino.

Santa María, denominación que nada tiene que ver con su condición humana, la virginidad de María está asociada y referida a su condición de santa (sanctus), estatuido como inviolable, ella es y será, inalterable en el tiempo y el espacio… Siempre se necesitará un reservorio, depositario para que descienda la influencia de arriba.

Se dice que la virgen negra y hermética personifica el principio mercurial; ambos esperan pacientemente en las profundidades, en la intimidad, inalterables y potentes a ser revelados por las manos del artesano que sepa tratarlos y construirlos para Gloria del Altísimo, fin último que debe dirigir la vida y obra de aquel que se dice seguidor de Dios, Peregrino o Viajero…




Otro punto a tocar simbólicamente es la conexión entre Zeus y María-Virgen. El primero, último hijo de Cronos (el tiempo personificado) y Rea (líquido, flujo), fue salvado por su madre, de ser devorado por su padre, para evitar el cumplimiento de un oráculo que predecía el final de su reinado. Zeus  protegido y salvado del que parecía su fin, y la virgen-hermética por su permanencia oculta en las profundidades de la tierra, ambos se mantienen intocable ante el mismo factor (humano-tiempo-espacio); otro punto de encuentro simbólico, es el aspecto donde reside la potencia representada por ambos, la virgen-hermética se mantiene en el fondo de la mina en las profundidades de las criptas y cuevas, Zeus para su infancia, oculto en un antro, del latín antrum y del griego antron (gruta-cueva-mina); se dice que lo que logra que se mantenga a través del tiempo la potencia de la primera materia, es el Agua, elemento que está representado en el simbolismo de Zeus a través de su madre Rea; confirmado por aquella ley que indica que para mantener y disolver un sólido se necesita un fluido...

Zeus a través de su rayo impone el orden, condición semejante en el simbolismo de María-Virgen quien en su lugar de “principado” y en el principio de toda creación pone orden a la manifestación.

Comparto 2 párrafos que forman parte de escritos sagrados, cada uno en su tradición, bastamente explícitos por si mismos…

          Himno Órfico, dedicado a Zeus:

“Zeus fue el primero y el ultimo; Zeus es cabeza y centro, de Él provienen todas las cosas; Zeus fue hombre y virgen inmortal; Zeus es el fundamento de la tierra y de los cielos, el hálito que anima a todos los seres, la ciencia del fuego, el cimiento del mar. Zeus es el Sol y la Luna, es el rey, y sólo Él es creador de todo. Zeus es la fuerza, Zeus es dios, Zeus es desde todo el principio. Su ser abraza a todos los seres: el fuego, el agua, la tierra y el éter, la noche y el dia. Titea, la primera creadora, y Eros encantador, se hallan contenidos en Él.” (Diccionario de Iconologia y Simbologia. Taurus, Madrid 1984).



Proverbios de Salomón VII, 22-30.

“El Señor me tuvo consigo al principio de sus obras, desde el principio, antes de que crease cosa alguna. Desde la eternidad, tengo yo el principado, desde antes de los siglos, primero que fuese hecha la tierra. Todavía no existían los abismos o mares, y yo estaba ya concebida; aun no habían brotado las fuentes de las aguas, no estaba asentada la grandiosa mole de los montes, ni aun había collados, cuando yo había ya nacido. Aún no había creado la tierra, ni los ríos, ni los ejes del mundo. Cuando extendía Él los cielos, estaba yo presente; cuando con ley fija encerraba los mares dentro de su ámbito; cuando establecía allá en lo alto las regiones etéreas y ponía en equilibrio los manantiales de las aguas; cuando circunscribía el mar en sus términos e imponía ley a las olas, para que traspasasen sus límites; cuando asentaba los cimientos de la tierra, con Él estaba yo disponiendo todas las cosas.”  

Solo queda decir que todo está en Todo, para las cosas de arriba no existe la exclusividad, puesto que el límite de nuestra condición, nos impide “Conocerlas” sólo acercarnos, unos más otros menos… Por lo tanto, no es acaso una muestra de la más alta Comprensión a lo que nos rebasa, tratarnos con Humildad y Respeto, como hijos del Padre y de la Madre…

        Bibliografía:


        Letania Hermetica de María por Marquez, Ediciones Obelisco.

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