Argumentos de los que aplican atributos a Dios - Maimónides

ARGUMENTOS DE LOS QUE APLICAN ATRIBUTOS A DIOS

Maimónides

Los hombres han venido a creer en la existencia de atributos divinos, por causas parecidas a las que hicieron que otros creyeran en la corporeidad de Dios, los cuales no llegaron o esto por especulación intelectual, sino siguiendo el sentido literal de ciertos lugares de la Biblia. Hallarás que todos cuantos atributos se afirma que son esenciales al Creador, aun cuando los partidarios de tal doctrina no lo digan con toda precisión, expresan sino cualidad parecida a las que solemos advertir en los cuerpos de las criaturas vivientes. A todos esto; lugares de la Escritura, les aplicamos el principio de que, "LA TORAH habla con el lenguaje del hombre."  

Muchos de los atributos manifiestan diversos actos de Dios, pero esta diferencia no implica necesariamente que exista diversidad en Aquel de quien los actos proceden. Dícese del fuego que blanquea, ennegrece, arde, cuece, coagula y derrite; pero quien conozca la naturaleza de este elemento, descubrirá en todas esas acciones los efectos de una sola virtud que los produce, es a saber, el calor. Pues si esto acaece con lo que vemos en la naturaleza, ¿cuánto más no será cuando se trate de seres que obran con voluntad libre, y más aún, en el caso de Dios, que está más allá de toda descripción? Aunque percibamos en Dios diversos géneros de relaciones —a causa de que para nosotros y en nosotros la sabiduría es distinta del poder, y el poder, de la voluntad— no por ello se sigue que haya en Dios diversidad de elementos, uno de los cuales le sirva para conocer, otro para querer y otro para ejercitar Su poderío, que esto es lo que significan los atributos, según los que profesan tal doctrina. Los atributos que hallamos en la Sagrada Escritura, o son maneras de cualificar Sus acciones, sin referencia alguna a Su esencia, o indican la perfección absoluta, más no que la esencia de Dios esté compuesta de diversos elementos. Todavía queda por examinar una dificultad más, de las que les llevan a sostener semejante error.


Los que afirman que existen atributos, no fundamentan su parecer en la variedad de acciones divinas, pues dicen con verdad que de una sola substancia pueden emanar diversos efectos. Convienen todos, aun cuando en otros discrepen, en cuatro atributos esenciales de Dios, y piensan que han llegado al conocimiento de ellos por su propia razón, y no interpretando las palabras de los profetas: La vida, el poder, la sabiduría y la voluntad. Y creen que estas cuatro cosas diferentes, estas perfecciones, no pueden en modo alguno faltar al Creador, y que no son cualificaciones de Sus actos, sino atributos de Su esencia.  Empero has de saber que la vida y la sabiduría no son cosa distinta en Dios; porque para todo ser consciente, el vivir y el saber son la misma cosa, si por sabiduría entendernos la conciencia de sí mismo. Por otra parte, el sujeto y el objeto de la conciencia son sin duda idénticos en Dios; porque, a nuestro juicio, no consta Él de un elemento que aprehende y de otro que es aprehendido. No es, como el hombre, combinación de alma consciente y de cuerpo inconsciente.


Por otra parte, los atributistas no hablan en este sentido de la sabiduría, sino del poder que Dios tiene de aprehender a Sus criaturas. No cabe duda que el poder y la voluntad no existen en Dios, por relación a Su esencia pues que no es posible que Él tenga poder y voluntad respecto de Sí mismo, ni podemos imaginar tal cosa. Interpretan ellos estos atributos, como diferentes relaciones existentes entre Dios y Sus criaturas, y quieren decir que Dios tiene poder al crearlas, voluntad al darles existencia conforme a Su deseo, y sabiduría al conocer lo que ha creado. Consiguientemente, estos atributos no atañen a la esencia de Dios, sino que expresan relaciones entre Él y sus criaturas.  Nosotros, los que verdaderamente creemos en la Unidad de Dios, declaramos que Él es una esencia simple, sin elemento adicional alguno. Lo mismo da que esos diversos atributos se refieran a Sus acciones o a las relaciones de Dios con Sus obras; en realidad, tales relaciones sólo existen en el pensamiento de los hombres. Esto es lo que debemos creer respecto a los atributos que se mencionan en los libros de los Profetas: Algunos de los cuales deben entenderse como maneras de expresar la perfección de Dios, por vía de comparación con lo que consideramos perfecciones en nosotros mismos.  

Comentarios