El atravesar las aguas - Federico González Frías

EL ATRAVESAR LAS AGUAS

Federico González Frías

"Al principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba confusa y vacía y las tinieblas cubrían la faz del abismo, pero el espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas. Dijo Dios: 'Haya luz'; y hubo luz. Y vio Dios ser buena la luz, y la separó de las tinieblas; y a la luz llamó día y a las tinieblas noche, y hubo tarde y mañana, día primero

Dijo luego Dios: 'Haya firmamento en medio de las aguas, que separe unas de otras' y así fue. E hizo Dios el firmamento, separando aguas de aguas, las que estaban debajo del firmamento de las que estaban sobre el firmamento. Y vio Dios era bueno. Llamó Dios al firmamento cielo, y hubo tarde y mañana, segundo día." (Génesis I, 1–8).



El recorrido del alma hacia los estados más internos y sutiles del ser, es representado por varias tradiciones como un 'pasaje' a través de las aguas. El iniciado debe atravesar las aguas inferiores de su psiquismo individual buscando el arribo a las aguas superiores que se hallan sobre el firmamento.

Entre los antiguos egipcios el recorrido que hace el alma una vez que se libera de su morada terrestre es representado ritualmente como un viaje que se efectúa en una barca, cruzando las aguas. Sin embargo, es importante recalcar que para que éste se realice no es necesaria la muerte física, pues la muerte iniciática hace que el adepto logre una verdadera separación de su circunstancia individual y de la literalidad de su cuerpo carnal y pueda emprender en vida este viaje a través de las aguas hacia su morada eterna.

El modo como se simboliza ese pasaje es variado:

a) Algunas veces se mira como un viaje desde la fuente del río hacia el mar, en cuyo caso el océano representa las aguas superiores, siendo la desembocadura como una 'boca' o una 'puerta' por la que se pasará de lo cósmico a lo supracósmico.


b) Otra forma de visualizarlo es como el cruce de una orilla a otra del río, lo que se expresa con el símbolo del puente que une sus dos márgenes opuestas. En este caso cada orilla simboliza un grado diverso del ser, correspondiendo una a la tierra y la muerte y otra al cielo y la inmortalidad. Este símbolo –que también se relaciona con el arco iris–, representa aquella entidad intermediaria que permite que las energías celestes desciendan al mundo terrestre y que la tierra se comunique con el cielo. El puente es un lugar de pasaje, de pruebas y peligros, y el atravesarlo constituye el paso de la tierra al cielo. Inversamente ese 'pasaje' ya ha sido realizado por cada uno de los seres individuales que, proviniendo de un Principio único, devinieron en criaturas manifestadas; y la verdadera labor del hombre ha de ser –según la Tradición– la de reencontrar o 'recordar' el camino de retorno que lo lleve a su origen, atravesando ese puente invisible que une estados simultáneos del ser. La palabra pontifex (pontífice), significa "constructor de puentes", y de hecho el propio Papa o Hierofante (ver el número 5 de los Arcanos Mayores del Tarot), siendo un mediador que conecta lo divino y lo humano, es él mismo, por lo tanto, un verdadero puente que comunica al hombre con su realidad espiritual. Se dice que ese puente es angosto y –como en el simbolismo de la puerta– que permite el paso sólo a los 'elegidos', únicos capaces de lograr la identidad real con los estados más sutiles del Sí Mismo.

                        
        
c) Otra forma de representar ese paso a través de las aguas, es mediante el símbolo de remontar el río hacia su fuente original, navegando contra la corriente. En este caso el océano de donde se parte significa las aguas inferiores; la corriente contra la que ha de realizarse el recorrido, son las fuerzas que tratan de impedir el ascenso; y la fuente es el origen y el destino –la identidad inmutable– del ser verdadero y eterno.

Por último, es interesante hacer notar que en todos estos simbolismos del atravesar las aguas se apunta la necesidad de un paso por la muerte que las propias aguas –la "corriente de las formas"– simbolizan. "Es propicio atravesar las grandes aguas". "Es propicio ver al Gran Hombre". (I Ching)


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