QUE LA LUZ QUE NUNCA SE EXTINGUE, BRILLE ETERNAMENTE PARA EL MAESTRO DE CARACAS
En la madrugada de la noche del 11 para el 12 de Agosto de 1999, se nos marchó nuestro Q:. H:. Fermín Vale Amesti, aquellos que lo conocimos y aquellos que ahora lo conocen por sus escritos, lo aprecian y lo quieren como se puede querer a un verdadero maestro, un ser donde no existió el egoísmo y el cual siempre estaba dispuesto a impartir instrucción a los alumnos que acudían a su presencia para ello.
Recuerdo con su cara muy seria, pero con una sonrisa que le brotaba desde lo mas profundo cuando nos decía: "Este conocimiento no debe ser puesto en las manos incorrectas, debemos vigilar a quien se le imparte y que se le de el uso apropiado".
Por eso es nuestro deber tratar de seguir obteniendo parte de dicho conocimiento y esparcirlo a aquellos que estén aptos para recibirlo.
Un amigo, discípulo y seguidor de la Obra del Maestro de Caracas
Francisco Blanco
Imagen cortesía de la página http://ferminvale-jpozarnik.org/fotos/
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