MAIMÓNIDES, MAESTRO Y GUÍA DE ISRAEL
FERNANDO VALERA
Nos
limitaremos a transcribir palabras, de una autoridad, Salomón Zaitlin,
entresacadas de su obra Maimónides: "Sin
duda fue el más grande sabio que haya producido el pueblo judío desde que se
acabó el Talmud. No hay nadie que haya ejercido tan profunda influencia como él
en la vida judía. Más aún, ningún sabio hebreo ha suscitado tales
controversias, las cuales todavía hoy dividen al pueblo judío en dos campos
hostiles." Aunque parezca
extraño no hay ninguna biografía completa de este genio. Han visto la luz
muchos libros que tratan de su actividad literaria, singularmente de su
filosofía. También pueden encontrarse muchos artículos referentes a sus obras
en diversas publicaciones eruditas, judías o no judíos.
Empero,
todos ellos tratan de diferentes fases de su vida y obra. Publicose en 1908 un
meritísimo libro titulado Moses Ben Maimon, a cargo de la Gesellschaft
zur Forderung der Wissenschaft des Judentums, donde hay ensayos acerca de
su vida, obras e influencia. En 1903, la Jewish Publication Society editó una
biografía de Maimónides, escrita por Israel Abrahams y David Yellin. En 1912
apareció otra biografía en alemán, titulada Moses Ben Maimon, por Münz. Los
pensadores judíos habían creído hasta hoy que Maimónides no tenía, como Juda
ha-Levi por ejemplo, un pensamiento nacional, y entendían que anteponía la
cultura incorporada en el TORA, a las preocupaciones de índole nacional. En
este libro me esfuerzo yo por demostrar que Maimónides era nacionalista, y su
más alta preocupación, el pueblo judío. Los preceptos fueron dictados para
beneficio y perfección de los judíos, siquiera entendiose que su Ley podía ser
aplicada con carácter universal. Redactó el MISHNE TORA, como Constitución, en
la esperanza del regreso de los judíos a Palestina. Sin embargo, esa
Constitución no pudo ser ratificada, pues que los judíos no llegaron a
constituir un estado. La influencia de
Maimónides sobre los judíos es inestimable. Todos los pensadores de alguna
importancia, desde el siglo XIII hasta nuestros días, han llevado la marca de
su obra. Moisés Mendelssohn le reconocía profundísima gratitud, y tanto Salomón
Maimon, como Nahman Krochmal se inspiraron en sus escritos.
Empero,
no es por la Guía de los Descarriados, sino por el Michne Tora, por lo que
Maimónides ha ejercido grandísimo influjo sobre los judíos. Esta obra lo ha
convertido en la suprema autoridad en la Ley Rabínica, e incluso sus
adversarios no le regatean la importancia que tiene. Tan grande llegó a ser la autoridad de
Maimónides que hasta los Cabalistas se afanaron por contarle entre los suyos, y
sostenían que se hizo Cabalista en los últimos años de su vida. Chem-tob ben
Abraham ibn Gaon, de Segovia, España, que escribió un comentario sobre el Michne Tora decía haber leído un pergamino manuscrito por Maimónides donde
confesaba su fe en las ideas cabalísticas.
El influjo de Maimónides penetra no pocos movimientos de la historia
judía. Jacob Berab que intentó en el siglo XVI revivir la ley de Semicha
(ordenación) en Palestina, se apoyó en la autoridad de Maimónides, que en un
lugar del Michne Tora afirma que será reinstaurada la Semicha antes del advenimiento del Mesías. Algunos de los rabinos ortodoxos, en época más
reciente, se justificaron de haberse adscrito al movimiento sionista, con textos
de Maimónides, encontrando en ellos, además, pruebas del establecimiento del
Estado judío, más por efecto del natural desarrollo histórico que por medios
sobrenaturales. Aún es mayor la
influencia de Maimónides en el campo rabínico. Salomón Adret, antimaimonidista,
consideraba el Michne Tora como libro único en la literatura rabínica.
Otros rabinos siguieron más tarde el sistema de recopilación de Maimónides, y los autores del Tur y del Shulhan Aruk, se inspiraron en el modelo del Michne Tora. Los Rabbis copiaron sus ideas al pie de la letra, aunque sin mencionar la fuente. No ha cesado todavía la llamada controversia Maimunista, que comenzó en vida del gran sabio, pues muchos judíos contradicen aún hoy y discuten algunas de sus doctrinas, singularmente las razones con que pretende justificar los Preceptos en la tercera parte del More Nebuchín o Guía de los Descarriados.
Otros rabinos siguieron más tarde el sistema de recopilación de Maimónides, y los autores del Tur y del Shulhan Aruk, se inspiraron en el modelo del Michne Tora. Los Rabbis copiaron sus ideas al pie de la letra, aunque sin mencionar la fuente. No ha cesado todavía la llamada controversia Maimunista, que comenzó en vida del gran sabio, pues muchos judíos contradicen aún hoy y discuten algunas de sus doctrinas, singularmente las razones con que pretende justificar los Preceptos en la tercera parte del More Nebuchín o Guía de los Descarriados.
Maimónides
ha sido el guía de los judíos durante cerca de ocho siglos, y pudiera muy bien
seguir siéndolo indefinidamente. Anticipándose al regreso de los judíos a
Palestina y al restablecimiento de la Profecía en Israel, escribió el Michne Tora, a manera de Constitución para el pueblo judío de Palestina y de la
Diáspora. Mucho han cambiado de entonces acá las ideas filosóficas,
y grandes mudanzas han experimentado los valores literarios, unos por virtud de
los descubrimientos científicos, otros bajo la presión de fuerzas sociales y
económicas. Es natural que muchas ideas del Michne Tora estén hoy anticuadas; empero, la visión que tanto acarició de que un día regresarían los judíos a
Palestina, se ha cumplido en parte. El Michne Tora tendrá que volver a ser
redactado con el mismo espíritu de fidelidad al concepto del judaísmo
histórico, tal como prevaleció entre los fariseos, en la Segunda Comunidad.
Tendrá que ser recopilado y revisado el Michne Tora por un grupo de hombres que
encarnen no el espíritu de Salomón de Montpelier, sino el de Moisés Maimónides.
Habrá de ser la obra de racionalistas que reúnan en sí mismos la autoridad de
la Ley Rabínica y los tesoros del moderno conocimiento laico, de suerte que
pongan en consonancia la vida y la religión de los judíos de la Diáspora y de
Palestina.
Otra
autoridad, Don Ignacio Bauer, ha resumido la importancia de Maimónides en la
vida espiritual del pueblo hebreo con estas breves y emocionadas palabras:
"Maimónides es la figura capital de
la historia errante del pueblo hebreo. Suele decirse: "Desde Moisés a
Moisés no ha habido otro Moisés". El primer Moisés es el de la Biblia,
la sublime figura de las Tablas de la Ley: el segundo Moisés es Maimónides. El
primero, es el símbolo del estado hebraico en la tierra prometida. El segundo
es el símbolo de la dispersión en que el pueblo hebreo, repartido a través de
todas las naciones, ha dejado en ellas los mejores tesoros de su espíritu. El
primer Moisés creó la patria espiritual de los hebreos asignándoles una misión
de apostolado. El segundo, les dio los medios para realizar esa misión. El
primer Moisés creó en cierto modo el espíritu de Jerusalén que buscaba en la
unidad de todos los hombres el camino de lo eterno. El segundo, se encontró en
su tierra andaluza el mismo anhelo en sentido inverso y lo aplicó al hebraísmo.
Y, así, él marcó los derroteros definitivos al pueblo hebreo, pueblo milenario
al que él dio una segunda vida.
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