DE LAS REGLAS DE PARACELSO
Paracelso
Desterrar absolutamente de tu ánimo, por más motivos que existan, toda
idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza. Huir como
de la peste
de toda ocasión
de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines,
murmuradoras, indolentes,
chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores
por natural bajeza de entendimiento o por tópicos
sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones. La
observancia de esta regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la
espiritual contextura de tu alma.
Es el único
medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y
pensamientos.
El azar no existe.
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