EXHORTACIÓN A LA ALABANZA DE DIOS
Francisco de Asís
Temed al Señor y dadle honor (Ap
14,7).
Digno es el Señor de recibir alabanza
y honor (cf. Ap 4,11).
Todos los que teméis al Señor,
alabadlo (cf. Sal 21,24).
Dios te salve, María, llena eres de
gracia, el Señor es contigo (Lc 1,28).
Alabadlo, cielo y tierra (cf. Sal
68,35 - Salt. Rom.).
Alabad todos los ríos al Señor (cf.
Dan 3,78).
Bendecid, hijos de Dios, al Señor
(cf. Dan 3,82).
Éste es el día que hizo el Señor,
exultemos y alegrémonos en él (Sal 117,24 - Salt. Rom).
¡Aleluya, aleluya, aleluya!
¡Rey de Israel! (Jn 12,13).
Todo espíritu alabe al Señor (Sal
150,6).
Alabad al Señor, porque es bueno (Sal
146,1);
todos los que leéis esto, bendecid al Señor (Sal 102,21 - Salt. Rom).
Todas las criaturas, bendecid al
Señor (cf. Sal 102,22).
Todas las aves del cielo, alabad al
Señor (cf. Dan 3,80; Sal 148,7-10).
Todos los niños, alabad al Señor (cf.
Sal 112,1).
Jóvenes y vírgenes, alabad al Señor
(cf. Sal 148,12).
Digno es el cordero, que ha sido
sacrificado, de recibir alabanza, gloria y honor (cf. Ap 5,12).
Bendita sea la santa Trinidad e
indivisa Unidad.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en
el combate.
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