LA APERTURA DE LOS TRABAJOS
Ignacio Sánchez
PARTE II
Silencio y en Logia
No es posible abordar el tema de la “Apertura de los Trabajos”, sea en el Grd:. simbólico que sea o de la forma tradicional que los permita, sin antes tocar un tema de vital importancia que nos permitirá alcanzar el “estado de Consciencia” necesario, para que toda esa puesta en “Acción” que representa el Rito, que todo lo ordena; para que la Influencia Espiritual que a través de él se “opera”, pueda permear y penetrar a nuestro ser en su Esencia y poder Divino.
Hablamos del infinito poder del “Silencio Interior”, poder que nos permitirá alcanzar la “concentración” necesaria, que por medio del acto de “meditación”, podamos “contemplar” todo el proceso de la creación, producto del “Verbo Divino” y en el cual se encuentra la huella y la impronta del G:. A:. D:. U:.
Hablamos entonces de la “Apertura de los Trabajos en nuestra Logia Interior”.
Abrir la Logia en el sentido Esotérico Operativo es una representación simbólica que sirve de Norma para el acto Operativo íntimo de “Abrir la Logia Interior”. Sabemos que todo Símbolo produce para quien lo medita efectos rigurosamente comparables, a los de los Ritos propiamente dicho. El Rito es el elemento esencial para la transmisión de una Influencia Espiritual que pone al Iniciado en relación o comunicación con “algo” que sobrepasa su Individualidad, despierta al Hombre Interior y lo “alinea” con esos Poderes Cósmicos del Universo que lo rodea. Esto produce un cambio de Consciencia que para ser tomada se requiere lograr el Verdadero Silencio Interior que es la plenitud de la armonía Interior.
Para alcanzar efectivamente ese Silencio, ya sea a través del trabajo Logial en donde la Influencia es puesta en práctica por la acción del conjunto o a través del trabajo individual y operativo, en donde la Influencia Espiritual es operada y transmitida gracias a la técnica interior o “Ascesis” Masónica; es necesario ese “retiro” (cada vez más reiterado) del ruido exterior, que siempre representará un impedimento para alcanzar el estado de “Concentración” necesario, para alcanzar el estado pleno de “meditación” sobre los Signos, Mitos y Ritos, que ya sean forma de Mantras o Yantras; y que tienen como propósito conducirnos a la usanza de un “pasaje”; hasta un nivel de consciencia que se nos presenta como una “Columna” de comunicación con los llamados Estados Superiores del Ser.
“H:. H:. míos, Silencio y en Logia”
Palabras de apertura del Ven:. Maest:.
La “clave” para que todo trabajo exterior pueda permear en nuestros corazones, es en definitiva: “El Silencio Interior”, del cual el silencio exterior es un reflejo.
“El verdadero Silencio Interior es el que permite alcanzar el Estado de Atención Abierta a la Voz Interior, al Conocimiento En Misterio; por eso se dice que la atención provoca la lucidez”. (“Silencio y en Logia”. Fermín Vale Amesti)
Es así como nuestro Q:. M:. Albanashar nos instruye con un infinito amor, que es evidente que la “Práctica del Silencio” es Poder de Concentración y de Atención, que junto al Estado de Transparencia (... y en Logia) permite el libre paso de la Luz de la Sabiduría que hemos venido buscando con el Conocimiento En Misterio. Esa es la puesta en acción de la verdadera y Real Masonería Operativa, la que nos permite Construir el Templo no hecho con las manos.
Nuestro Q:. M:. Joël Pozarnik nos señala en su obra sobre “El Trabajo Integral de la Purificación”, el importante valor del equilibrio de los actos para el Iniciado en la búsqueda del “Justo Medio” y del valor de la “Contemplación” cuando nos dice:
“Y cuando el Alma contempla el Esplendor Divino que la Ilumina, sobrepasa las cosas superficiales, externas y alcanza los Estados Superiores del Ser, el Jardín del Espíritu o El Paraíso de la Esencia; realización que permite “ver” y “comprender” las cosas tal y como ellas son en realidad y no como meras apariencias ni influenciadas por meras creencias y actitud”.
Concluimos esta Parte II sobre las condiciones interiores que nos pueden permitir abrir los trabajos de nuestra Logia Interior, con unas palabras del Q:. H:. Fermín Vale que nos refiere a: “Que en la reverente devoción silenciosa, vuestro Corazón logre percibir La Voz Interior que os abra el Trabajo de la Logia Intima!”.
PARTE III
Los Trabajos en Logia
Sin pretender hacer una exegesis sobre todos y cada uno de los elementos simbólicos de la “Apertura y Cierre” de los Trabajos Logiales a través del Rito, en toda la acepción de su valor y poder transcendental; vamos a “tocar por encima” algunos aspectos de dicha apertura y cierre de los mismos, respetando el derecho que tiene cada quien de hacer suyo, aprehender y comprehender para luego “aplicar” con sabiduría, la riqueza del significado de cada uno de los elementos simbólicos y que por demás está decir, que no radica en ellos; sino a donde ellos nos quieren conducir efectivamente gracias al Silencio Interior.
Nuestro buen M:. Fermín nos ilustra:
“Para comenzar debemos tocar que el Rito es “el Símbolo puesto en Acción”, y que la palabra Rito deriva del sánscrito Rita que significa “Poner en Orden”. Es obvio, entonces, que para el Masón que está en posesión consciente de la Verdadera Masonería de Tradición, esas palabras iniciales “QQ:. HH:. Silencio y en Logia”, encierran una extraordinaria significación e importancia”.
Los Trabajos Logiales son por lo tanto evocadores del “Verbo Creador” y del origen de todas las cosas en este Universo Manifestado, tal y como anteriormente lo hemos señalado, y la Masonería como Escuela de Misterios Menores, de carácter Cosmológico, ligada al Oficio de la Construcción de Templos que elevan el culto a la “Virtud” y cavan calabozos a los vicios; tiene su propia manera de representar ese “proceso de gestación y de creación Divina”, a través de sus Ritos y del Simbolismo de las Herramientas de dicho Oficio; porque como bien sabemos, la Masonería “tiene su propia GNOSIS”.
Es de ésta manera que los Trabajos van desde “Medio día hasta Media Noche”, haciendo una clara y directa evocación a la “Iniciación del Nadir”, aquella que nos permite seguir el consejo de los Adeptos: “Renuncia al ruido del mundo, desciende en ti mismo, pues allí se encuentra el tesoro escondido de tu espiritualización”.
Es necesario resaltar el sentido intrínseco que posee la composición Logial a través de sus Ritos, de sus diálogos, de la decoración y de todos los elementos que componen los llamados “Trabajos” en Logia. Hablamos del poderoso valor numérico del aspecto “Tri Uno” que podemos ver reflejado en la Masonería grupal o especulativa.
El Número “3” en sí narra todo el proceso Cosmogónico de la Creación Divina que muchas veces pasa desapercibido por los Masones esparcidos sobre la faz de la tierra. Como bien lo asegura el Q:.H:. Federico González Frías, el ciclo cósmico está representado en la escala numérica que va desde el “1” (Aleph) hasta el “9” (Tau); pero que encuentra su síntesis en el Número “3”, y de allí la importancia evocadora de dicho número “3” que nos representa el Génesis y toda la Creación de lo manifestado, en “3” pasos.
René Guenón hablaba en su obra “La Metafísica Oriental”, de las tres etapas hacia la reintegración con la Luz Única que nunca se extingue y que nos hace “develar” en nuestro Corazón, la importancia de las analogías que opera por medio de la Ley de Correspondencia, en todo aquello que hace una clara alusión al proceso “Ternario” en todas las formas tradicionales: El Delta Luminoso, el Triángulo Equilátero, las Dos Columnas y el Pilar del Medio y etcétera.
“3” Son los pasos del Apr:. en los Misterios, “3” son las “Luces” que se encienden de forma ceremonial cuando el Ven:. Maes:. Pone en “practica” el Ritual de Apertura de una Logia especulativa, “3” son los golpes de Mallete al abrir y cerrar los Trabajos y de una manera muy especial señalamos que en “3” se desarrollan los “diálogos” que sostienen el Ven:. Maest:. y sus VVig:. En Log:., situación que nos permite entender que los Trabajos Logiales conservan una correspondencia a otro nivel de correspondencia, en donde toda “Técnica Interior”, debe producir sus efectos de una manera “Real”, tanto en los planos Físico, Psíquico y Espiritual.
De todo ello radica la importancia del Grado de Aprendiz Masón, porque “3” es su Ed:., “3” los pasos de su Mar:. como ya dijimos, “3” sus TToc:. Y por sobre todas las cosas; “3” son los “Gol:.” con que pueden entrar a su Logia Interior, porque con “3” Golp:., él puede llamar “A las Puertas del Templo Íntimo”.
Una Logia consciente de su trabajo apegado a los principios Divinos y tradicionales, es aquella que es dirigida por su Ven:. Maest:. y los dos VVig:. (El Prim:. Y el Seg:.) conforme al “Orden” y respetando la jerarquía Sagrada de la cual ella es heredera. Si no es así, estaríamos hablando de un “cascarón vacío” que poco podrá servir de transmisión de la Energía Espiritual en las Tenidas Ordinarias.
Finalizamos este trabajo tomando las palabras de nuestro muy Q:. M:. Fermín Vale Amesti cuando nos enseña que:
“La posesión de sí mismo a través de la actividad interior, nos hace aptos para instruirnos de todas las cosas. Recordemos la etimología de la palabra INSTRUIR: In (dentro), Struere (Construir). Porque el Conocimiento Trascendente irradia Ideas Puras, anteriores a toda expresión. El Espíritu Puro cuando se refleja en el Yo Verdadero de toda criatura inteligente, promueve la agudeza del discernimiento y de la comprensión, el rechazo a toda sugestión extraña y la incapacidad de todo prejuicio”. ("Silencio y en Logia": Fermín Vale Amesti).
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