LA TRANSMISIÓN DE LA INFLUENCIA ESPIRITUAL
Ignacio Sánchez
Ignacio Sánchez
“Como es arriba es abajo y como es
abajo es arriba, para que se cumplan los designios de la cosa Única”.
Hermes Trimegistos
“El Masón debo repetirlo, no puede
satisfacerse con solamente repetir que él es un “hombre libre y de buenas
costumbres”. La adquisición de la verdadera Libertad y de las verdaderas Buenas
Costumbres es el resultado del Camino. Tal y como lo hemos visto, la
adquisición de las Virtudes responde a un proceso que empieza en la Logia y
termina en los actos más pequeños (y a veces grandes) y muchas veces más
invisibles para los demás, de nuestra vida cotidiana. No se puede adquirir
Virtudes sin una intención Recta, es decir, una intención únicamente orientada
a la Gloria del G:. A:. D:. U:.”
Q:. H:. Joël Pozarnik
PRIMERA PARTE
“LA INFLUENCIA ESPIRITUAL”
El Verbo Creador. La Masonería como Escuela de Misterios Menores, al
igual que el resto de las vías tradicionales esparcidas en el mundo, tiene como
objetivo que el Iniciado establezca una íntima comunicación con lo divino, con
lo sagrado; con lo Supremo, es decir, con nuestra esencia creadora. Para ello es necesario que entendamos la Doble
Influencia que ejercen los Misterios sobre el Iniciado. El Rito de
Iniciación sirve de “canal” para transmitir la Influencia Espiritual
del “Fiat Creador” que “pone en orden” al Iniciado (al menos
Virtualmente en los inicios) y la Transmisión de una Instrucción de orden
trascendente, basada en un Esoterismo, que es la que va a permitir al
iniciado Virtual realizar de manera íntima e individual el Trabajo
Interior que habrá de despertar en él el sentido de lo Real, que lo Re-liga a
su “Centro de Gravedad” Espiritual y Trascendente, sin tener que depender para
ello ni de “intermediarios” ni de dogmas o doctrinas de fe, sino del
Conocimiento Directo, “no aprendido”. Por lo tanto, entendemos por Verbo
Creador, como esa fuerza manifestadora que surge del hálito Divino, del aliento
del Supremo Creador, por medio del cual creó todas las cosas a partir del caos
absoluto, es decir, de las Tinieblas. El libro del Génesis da fe de ello.
El
evangelio de Juan ya nos brinda una idea de lo anteriormente dicho en su primer
capítulo: “Y en el Principio era el
Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. Con él todas las cosas
fueron hechas…”. Bajo las palabras del apóstol de Jesús, podemos inferir
que el Verbo Creador no es más que la misma esencia divina de Dios, por medio
de la cual surge la sustancia universal, es decir, las cosas materiales a
partir de su principio sagrado que es su principio rector y ordenador. Toda la Creación
es por lo tanto hecha a medida del Creador y lleva su signo y huella indeleble;
que el iniciado debe de develar en todo lo que le rodea a partir del proceso de
“Contemplación”. De allí las dos divisas de la Masonería: “Ordo Ab Chaos” y “Post
Tenebras Lux”.
La
Transmisión de la Influencia Espiritual en todas las vías iniciáticas, no es
más que la comunicación de la misma energía creadora por medio de la cual
ingresamos a la vía de los misterios, para comenzar la andanza por la senda de
la realización efectiva, que en primera instancia es virtual por medio de la
comunicación del “Fiat Lux”, en manos
del cuerpo Logial, dirigida por un V:. M:. y en segundo lugar, con la puesta en
orden del caos interior a través del trabajo metódico y efectivo que permitirá al
iniciado la “actualización” de todas las potencialidades contenidas en él en
forma latente.
Símbolo y Rito. El Símbolo es el género, el Rito una de sus
particularidades. El Símbolo es el vehículo de la Influencia Espiritual. Los
“Ritos”, así como los “Mitos”, la doctrina sagrada, las leyendas y palabras
sagradas, forman parte de todo ese acervo del cual hace uso la “Simbólica”,
para poder transmitirle al iniciado; la Verdad Eterna que subyace en él y lo
trascendental de entrar en comunión, en perfecta armonía y a un mismo nivel de
comprensión; con todo el proceso de la “Creación Divina”, que nace del “Verbo
Creador”.
Entonces
tenemos a los Ritos, siendo estos de origen sagrado y no humanos, los medios o
los vehículos de la transmisión de la “Influencia Espiritual”, es decir, los
comunicadores en un tiempo y espacio sagrados, de la misma fuerza o energía por
medio de la cual el Supremo Sustentador de los Mundos, dio lugar a la
manifestación. Es el poder divino puesto en acción cuando se hace al orden, es
decir, cuando se tiene la investidura de la regularidad iniciática para
comunicar la Influencia Espiritual, cuando se tiene la debida preparación como
resultado de la Ascesis sagrada y cuando se llevan a cabo el trabajo interior
con la debida concentración, que hacen de los Ritos, Signos, Mitos, Leyendas
sagradas y etc. Los “Puentes” entre los hombres y el principio Supremo del cual
emanó todo lo creado.
Nos
dice el QH:. Fermín Vale Amesti que “La
arquitectura sagrada está regida por el número creador del ritmo y de la
armonía. La armonía es "unificación” y nos da la idea del poder del verbo
divino creando el orden del caos…".
El
Rito que emana desde las palabras del VM:. Y que debe ser repetido a exactitud
por sus dos VVig:. No son más que una analogía que se corresponde con la acción
del “Verbo Creador”. La palabra surge del Oriente, recorre el Occidente pasando
por Septentrión y el Mediodía y luego debe de retornar hasta el Oriente. El
lugar de los posibles está en el Zenit y en el Nadir, en el eje “Vertical” que
conocemos como el Ara o el Altar de nuestra Logia Interior, el recinto íntimo
del Alma que bien podemos definir como un microcosmos hecho a la imagen y
semejanza del Macrocósmos, ya que es allí mismo donde se manifiesta la fuerza
divina que conocemos como “La Influencia Espiritual”, cuando el masón ha
logrado abrir la “Crátera de su Corazón”, para que el flujo inmanente, copioso
e incesante, pueda fluir en divina comunión.
El Gesto Ritual. Representa la acción de llevar a cabo el Rito con la
mayor precisión posible, emulando la perfecta armonía por medio de la cual el G:.
A:. D:. U:., creó todas las cosas imprimiéndole su sello. La Masonería como Escuela
de Misterios Menores, representa para Occidente una de las vías capaces de
garantizar la comunicación de la Influencia Espiritual a través del trabajo grupal.
Pero para que ello suceda, deben de seguirse los rituales tal y como han
llegado a nuestras manos, su pronunciación debe ser precisa en los diálogos que
emanan desde el sitial del V:. M:. y el resto de los VVig:., así como la
“ceremonia” que es un complemento del Rito, debe ser llevada a cabo con
experticia y mucha concentración; para que la Influencia Espiritual pueda ser
comunicada en primer lugar y luego “mantenida” por el cuerpo Logial.
Solo
de esta manera puede garantizarse ese espacio y tiempo sagrado que se comunica
por medio de la “Plomada” que pende desde la Osa menor, en el Cielo Estrellado
de nuestras logias, como una representación de la puesta en contacto , de la
Luz divina en todo el cuerpo logial que ha operado el Rito con la mayor
precisión posible.
SEGUNDA PARTE
“EL TRABAJO COLECTIVO”
La Transmisión de la Influencia
Espiritual en los Misterios Menores. Entendemos a las escuelas de Misterios Menores, como las vías
preparatorias del alma, antes de emprender las vías de Misterios Mayores. La
Masonería como Escuela de Misterios Menores para occidente es una escuela que
le permite al iniciado entrar a una estirpe o a una casta de “Nobles” del alma
ya que el propósito de la Masonería, es la de que el iniciado alcance el estado
de Adepto a través del “Arte Real” (Ars
Regia), es decir, el Maestro que ha alcanzado la perfección del estado
humano en la vía de lo “horizontal” y que lo prepara para el tránsito de los
Misterios Mayores que es “Axial” y “Vertical” en su esencia. Éste estado es
denominado como “Rosacruz”, ya que usa el simbolismo del Espíritu que se impone
a la materia, es decir, de la Rosa que surge de la madera de la Cruz. Es
entonces el triunfo de la Luz sobre las Tinieblas, de la Inmortalidad Eterna e
incorruptible por sobre la mortalidad corruptible de la materia. El signo fatal
del Simbolismo de la Rueda.
La
Masonería como Escuela de Misterios Menores utiliza para la comunicación de la
Influencia Espiritual y por ende, para poder alcanzar ese estado de “Adepto”,
el simbolismo del Oficio de la Construcción de la siguiente manera: En los
Grados Azules la vía artesanal, en los Grados Capitulares la vía caballeresca y
en el Kadosh como una preparación a la “Iniciación Sacerdotal”.
La Regularidad Iniciática y la Cadena Iniciática. Para que
todo ello sea posible y la Influencia Espiritual pueda ser comunicada de manera
efectiva y real, la Logia Masónica que la trasmite, debe ser “depositaria” de
dicha Influencia Espiritual y ésta debe de estar ligada a la “Cadena
Iniciática” por medio de un Oriente al cual esté adscrita y pertenezca dicha
Logia. En ese sentido debemos de entender que la Influencia Espiritual que
representa la esencia de la Cadena Iniciática, que fue comunicada por un
carácter no humano, es decir, divino, a los hombres; no debió de ser rota jamás
y en ninguno de los casos.
La
Masonería moderna o especulativa como la conocemos hoy en día es portadora y
garante de la transmisión de la Influencia Espiritual para Occidente, que nos
es comunicada como un “Fiat Lux”, por
medio del ritual de iniciación y que no es más que la inclusión del individuo a
formar parte de dicha cadena. Es la primera parte del trabajo especulativo: el
virtual. El efectivo u operativo solamente puede ser alcanzado a través del
trabajo interior, constante y disciplinado que conocemos como “La Ascesis
Masónica”.
Conclusiones. La Idea Fundamental de la Masonería como Arte de la
Construcción es la de reproducir acá y ahora, en el Mundo del par de opuestos,
los Tres Aspectos inherentes en la Construcción del universo. Es decir, algo
que se desarrolla una Idea pre existente (El Logos, El Verbo o el G:.A:.D:.U:.)
que es la causa o el Principio Permanente (El verdadero y real Arquetipo), y
para cuya manifestación plena en el mundo físico visible se requiere de otros
dos aspectos inseparables que son, el Medio y el Efecto, que se expresan en Acción
Y en el resultado visible ocupando un lugar en el espacio (Fermín Vale Amestí).
“Todo lo
que es, tiene su principio en el verbo, el logos, el intelecto divino (“el
lugar de los posibles"), por eso todas las cosas "se encadenan y corresponden
para concurrir a la armonía universal y total, que es como un reflejo de la
unidad divina misma." (Fermín Vale Amesti: "La Gnosis
Masónica").
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