EL PROCESO DE PURIFICACIÓN
Joël Pozarnik
Las
enseñanzas iniciáticas son integrales porque tienen que ver con el Oficio, las
Artes, las Ciencias, el Simbolismo y también con la vida de cada día, porque como
decía nuestro Poderoso Gran Maestro Fermín: La Iniciación es una manera de
vivir. Una vez recibido, el alimento espiritual debe ser digerido y asimilado
por el conjunto de todo nuestro Ser. Hoy vamos a hacer como un ciclista que
después de haber recorrido muchos kilómetros con la cabeza inclinada para
adquirir mayor velocidad, se endereza y la levanta. Sin dejar de avanzar, él se
da cuenta, entonces, del camino recorrido, del esfuerzo realizado, de su estado
de cansancio o de frescura, de su estado de ánimo, y observa el paisaje a su alrededor.
Seguro que ese paisaje ha cambiado mucho desde que empezó su recorrido.
I.
EL CAMINO
RECORRIDO
Es
porque cada quien estaba en el estado de consciencia llamado el Bautismo de San
Juan, que por motivos distintos y en circunstancias externas distintas, se ha
puesto a buscar “algo diferente.” Con la Iniciación Masónica Ritualística Simbólica,
hemos concebido de alguna manera lo que nos estaba pasando: queríamos salir de
un estado de ignorancia, de caos, de confusión y esclavitud. Hemos buscado una
Vía, un método, para alcanzar la Luz, la Libertad, lo Divino, lo Espiritual, el
Ser, a Dios, a Cristo… No importa el nombre propio que hayamos dado a nuestra
aspiración. En las Logias Simbólicas hemos vivido el Ritual, trabajado sobre el
Simbolismo y sobre nosotros mismos, hemos hablado de la Luz. Esa vivencia ha
tenido un efecto transformador en cierta medida, pero hemos intuido que se
trataba de una dosis homeopática, y algo más debía existir que nos dé acceso a
la Luz, y nos permita cambiarnos de forma profunda, así a nuestras circunstancias.
Hemos encontrado a nuestro Maestro Fermín.
Es
a través de la alianza entre una Poesis
y una Praxis que se transmite el Arte Real. El Arte Real es una expresión
Simbólica que designa un conjunto de conocimientos y de técnicas operativas que
corresponden a las enseñanzas transmitidas por la Iniciática Masónica. En esta
época del Kali Yuga, estos conocimientos y estas técnicas están dispersas en
múltiples organizaciones en el mundo. Le compete al Maestro Masón Reunir lo
disperso y establecer el orden. Para tomar plenamente consciencia de esa Luz, y
poder llamarla cuando uno la desea, el Masón tiene que pasar por un proceso
alquímico. La primera etapa de este proceso es la etapa de la Purificación o
Catarsis. Este trabajo se efectúa a través de la antiquísima Ciencia del Alma.
Si
no podemos ver la Luz que está en nosotros, si estamos sintiendo tanta necesidad
de religarnos con el Centro de nuestro Ser, es porque el espejo de nuestra
mente y de nuestra psiquis no está limpio, y no deja que la Luz del Sol se
refleje en ellos. Por esa razón, es necesario pasar por un proceso de limpieza,
también llamado purificación. Es un proceso de limpieza mental y psíquica. Se llama
catarsis porque se trata de sacar afuera todo lo sucio. Los Alquimistas llamaban
esa etapa Nigredo. Por eso decía nuestro querido Maestro Fermín: El Iniciado no
pretende ser un Santo. Por encima de todo, es un amante de la Luz y de la
Verdad.
Una
vez que ha pasado a través del proceso de purificación, el Iniciado es
Regenerado, es decir que ha nacido de nuevo, es neófito. El proceso de Purificación
mental y psíquica le permite nacer espiritualmente.
Cortesía de la Fundación Fermín Vale – Joël Pozarnik
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