UNA AUTÉNTICA RECONSTRUCCIÓN MASÓNICA
Fermín Vale Amesti
Utilizando una metáfora, podríamos decir que la Masonería moderna, salvo
honorables excepciones, fue la corriente que se desvió del cauce de la Madre Vieja,
arrasando a su paso con lo Tradicional, a trueque de actividades, banales,
intrascendentes y profanas. Luego, ¿cómo podemos hablar bien de algo que está
mal, que anda mal, sin caer en el cretinismo y la irresponsabilidad? El Mundo
está iniciando un nuevo ciclo de RENOVACIÓN, de reposición de los genuinos
Valores Trascendentes, y una Institución como la Masonería debe saber que le
corresponde una gran tarea de orientación, que cada Masón debe constituirse en
un VIVO EJEMPLO de lo que realmente es el HOMBRE INTEGRAL.
Sin
embargo, pera eso es imperativo llevar a cabo una auténtica RECONSTRUCCIÓN
MASÓNICA de orden CUALITATIVO, pues de no hacerlo, los individuos realmente
cualificados para ser Iniciados, una vez dentro de la Orden, al darse cuenta de
que no encuentran instructores capacitados, comienzan por el ausentismo y
terminan por retirarse decepcionados, y la Orden habrá perdido unos excelentes
prospectos que bien podrían haber sido convertidos en genuinos Iniciados y
futuros instructores para las nuevas generaciones, cada vez más exigentes,
porque poseen suficiente talento y disposición adecuada para brillar con luz
propia.
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