EROS Y AGAPE
Domingo Alfredo López Delion
“Quien abre su corazón a sus Hermanos,
Pone
siempre en práctica una de las
Formas o manifestaciones de Eros”
Albanashar Al-Wali
Ágape, es un término griego para describir un tipo
de amor incondicional y reflexivo, algunos filósofos del tiempo de Platón emplearon
el término para designar al amor personal o amor universal, entendido como amor
a la verdad o a la humanidad.
Los primeros cristianos lo emplearon
para referirse al amor especial por Dios, y al amor de Dios para con el hombre,
e incluso a un amor “autosacrificante” que cada ser humano debía de sentir hacia los
demás, pero también significaba una comida en común, que es el significado
profano que aún conserva en la actualidad: comida, banquete. En este sentido,
también significa el amor que devora al amante, por ser capaz de entregar todo
sin esperar nada a cambio, el amor divino de Dios.
Ágape es un amor espontaneo, no egoísta, en donde
su principio está en la “Unidad”, razón por la cual, es un amor sin apegos, en
donde es manifestado con la entrega personal.
Eros en cambio, es la fuerza que se requiere para ascender
a al Centro en lo Divino, Mientras que Ágape,
es la expresión de la presencia Trascendente del Origen en este plano de
manifestación, por lo que podemos afirmar que Eros y Ágape se penetran,
enriquecen y complementan como la fuerza (por llamarlo de alguna manera) que
aglutina y mantiene la unión en el Universo.
Ahora bien, la palabra “EROS” ha sido y sigue siendo en nuestra sociedad un
término manipulado, o al menos mal utilizado, que a lo largo de la historia se
ha interpretado de forma obsesionada, bajo una óptica de sentimiento y de
posesión sexual, donde prevalece el ego, es decir la satisfacción sensual
personal.
Pero su verdadera trascendencia
está muy por encima de la mera pasión de uso sensual, su real significado, es
el de poseedor de un amor sensible, bajo una óptica de deseo por la Belleza,
Bondad, Unidad y el Bien. La persona que enfoca el Eros, bajo un sentido material de sexualidad, como
sensación placentera de sus egoísmos, convierte a su cónyuge en una mercancía y
objeto de sus intereses pasionales, en verdad esto no es Eros.
La falta de un profundo
conocimiento de lo que es la sexualidad, ha sido un factor importante en los
diversos errores en que la sociedad, desde sus inicios, ha ido devaluando y
posteriormente degenerando el valor potencial de Eros.
Cuando un Ser vive para lo
sensual, el Eros queda prostituido, pierde su verdadero significado y se
convierte en sexo. La exaltación del cuerpo en esta forma, deriva en rechazo y
odio al propio cuerpo, en donde, no se es consciente de su propia degradación.
Cuando vemos a Eros desde
de un punto de vista Trascendente, este nos indica el amor por la Belleza, como
la fuerza que mantiene unido al Universo y que empuja a todos los seres a la
unidad, es decir, en movimiento de ascensión hacia lo Divino.
Es imposible que se pueda
entender lo que representa el verdadero amor, si antes no se ha entendido en
profundidad el termino Ágape. La fusión de estos dos tipos de amores (Eros y Ágape) implica
un verdadero amor, continuado, permanente, y que podríamos decir que es
Trascendente. Por lo tanto, no se puede conocer lo que es el Ágape, si
con anterioridad no se entiende verdaderamente lo que el Eros es.
El Papa Benedicto XVI, en
la encíclica “Deus Caritas”, describe a Eros y Ágape de
la siguiente manera: “A uno, como un amor ascendente, y al otro como un amor descendente,
pero que nunca llegan a separarse completamente, en donde están unidos a la
fuente misma del amor, que es Dios”.
Como expreso el Q:.H:. y
M:. hábil, Fermín Vale Amesti en su trabajo titulado “Noción Iniciática de Eros y Ágape”, y cito a continuación:
“El Eros despierta
las más delicadas emociones del Alma y que eleva al paroxismo de la embriaguez
trascendente, es el verdadero Amor Universal que nos pone en contacto con la Potencia
Cósmica Superior” y señala a Dante diciendo “Es el Amor que mueve al Sol
y a las demás Estrellas”, acotando
que Dante está hablando de un Eros “cuyo batir de alas acontece
en las Eternas Estrellas”.
Y continúa el Maestro
diciendo:
“No se debe confundir el Eros con el Sexo,
porque Eros representa una Fuerza, a la que solo se puede llegar mediante la
Búsqueda de la Espiritualidad, puesto
que Eros es dinamizante y el Amor que aporta es un acto espiritual”
también nos señaló lo siguiente “Espiritualizar a Eros es una de las más
importantes Tareas de la Humanidad y corresponde a los Hombres y Mujeres
CREADORES, trabajando y actuando para construir un Mundo Nuevo, donde ambos
sexos, liberados de perjuicios, habrán de instaurar una plena CONVIVENCIA,
liberada de la fiebre de los sentidos y el desmayo del sentimentalismo, capaz
de ayudarlos al logro de los Estados Superiores de Ser”.
Un antiguo proverbio
advierte “Si Eros se rinde a tu llamada no
lo conviertas en Cupido”,
lo que nos da pie a comentar las figuras y gravados simbólicos donde es
representado el Carro de Eros tirado por Cisnes mientras que el de Cupido
es tirado por tigres y leones, en donde el autor trato de expresar solo se
busca el placer puramente físico y emocional este es carente de su aspecto
metafísico, que solo se obtiene al espiritualizar el Amor y lograr así el
auténtico Eros Cosmogónico.
El plan fundamental sobre el
cual se basa toda idea de Eros, gira entorno a la Idea de la doble
Naturaleza del Hombre, la cualidad Divina y Originaria de su Alma, así como, la
Liberación del Mundo sensible o ascensión hacia la Patria Divina Originaria, en
resumidas cuentas, “El Eros es algo innato en el
Hombre; es un tornarse de lo sensible a lo suprasensible, la aspiración del
Alma hacia lo Alto, el abandono de lo perecedero para alcanzar lo Eterno, en
donde la Iniciación es el despertar del Eros en el Alma”.
No podríamos concluir sin
señalar la cualidad creadora del Ágape, por ser un “Principio Creador” producto de
la Comunión con Dios, comunión que quedo establecida como el camino por el cual
el Hombre pudiera acceder a la Divinidad, por el mismo camino de Dios hacia el
Hombre, por lo tanto, es la Comunión Divina, la cual se manifiesta como “El Amor al Prójimo” siendo esta la experiencia vivencial del Ágape
de Dios, que siempre estará orientada por su
naturaleza, a la Espiritualidad. “Quien no Ama no conoce a Dios” (Juan, 4:8), o en expresión Sufí “No hay Gnosis sin Amor Impersonal, ni Amor Impersonal
sin Gnosis”.
Por lo tanto, todo Iniciado
debe de esta imbuido de la “Comunión en el Amor Fraternal”, ya que, esta “Común-Unión” solo es posible entre los que están “unidos por
Dios” dentro del Banquete, la Cena o el Convite, lo cual es un medio de
compartir plenamente, la pura Sustancia del Espíritu en “Comunidad” bajo la Influencia Espiritual del Rito, para alcanzar en común unión la
participación en Ágape.
Concluimos con las palabras
del Maestro de Caracas:
“Debemos traer a colación la burda falsificación
que viene a ser “asistidos” Banquetes celebrados por las Logias Masónicas como
“coronamiento” y “celebración” de una Iniciación. Como se ha perdido por
completo en el tremedal de profanizacion galopante, el más puro y Tradicional
sentido del “Ágape Iniciático”, o al menos de la Cena entre Hermanos que otrora
observaron con respeto, dignidad y conocimiento, los verdaderos Masones del
pasado” .
Referencias Bibliográficas:
Para la
realización del trabajo presentado fueron consultadas las siguientes
fuentes:
·
“Noción iniciática de Eros y Ágape” del Q:.H:. Fermín
Vale Amesti.
·
“Del Eros al Ágape” de Coomaraswasmy Ananda K.
Wow! Muy buena definición de lo que es cada término.... Acaso será posible conjuntar en un sólo ser ambas cosas?.... Lo veo muy difícil
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